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Sala i Martín: "La política de rescates ha sido un monumental fracaso"

El Catedrático de la Universidad de Columbia, Xavier Sala i Martín, cree que la política de rescates bancarios ha sido un fracaso. Dice que, posiblemente, el coste de los rescates haya sido mayor que si se hubiera dejado caer a esas entidades financieras.

Sala i Martín afirma en su blog personal que el rescate de Chipre puede haber creado un precedente significativo: por primera vez desde que comenzó la crisis se ha dejado quebrar a un banco en Europa. El Laiki Bank ha sido el elegido.

El Catedrático se pregunta: "¿es posible que Europa haya cambiado de idea y que, a partir de ahora, ya no se rescate con el dinero de los contribuyentes a todos los bancos con problemas económicos?".

¿Rescatar o no rescatar?

Sala i Martín comenta que los defensores de los rescates argumentan que "los bancos son sistémicos y si se deja quebrar a alguno, se crearán pánicos financieros que contagiarán a los demás bancos y al resto del sistema económico" y que "no rescatarlos costará todavía más dinero a los contribuyentes".

Sin embargo, argumenta: "En Estados Unidos cierran sus puertas cientos de pequeños bancos cada año y eso no provoca ningún colapso financiero". Además, en los países que se han rescatado bancos, como es el caso de España, estos siguen sin dar crédito. A pesar de estar rescatados, el colapso financiero se deja entrever.

Sala i Martín cree que rescatar un banco puede salir más caro al contribuyente que dejarlo caer: "A menudo sucede que cuando el estado rescata a un banco, el dinero del contribuyente mantiene viva a una entidad de crédito que, sin ese dinero público, no podría sobrevivir. Al ser una entidad artificialmente viva, ese banco tiene problemas a la hora de encontrar clientes, no concede créditos, no obtiene beneficios. Es un banco muerto que sólo sigue con las puertas abiertas por las ayudas del estado".

Este banco vivo artificialmente sigue generando pérdidas, de modo que volverá a necesitar la ayuda del estado y el dinero del contribuyente: "El banco es un muerto viviente. Un zombie bancario".

El economista asegura que "los defensores de los rescates nunca tienen en cuenta los costes de la zombificación al calcular si sale más barato cerrar un banco o rescatarlo. Solamente cuentan lo que el estado tiene que poner en un momento inicial sin tener en cuenta todos los perjuicios que suponen mantener a bancos zombies".

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