
Así parecen indicarlo cada vez mas los gráficos. Vaya por delante que una forma de caer como la vista ayer en nuestro Ibex35, con un sector contagiándolo todo, no la habíamos visto desde 2.000.
Quede claro inmediatamente que lo que sucede en España no es precisamente lo mismo para el mercado global que lo que pudiera suceder en el Nasdaq, y que por tanto no es sencillo apostar por un gran contagio sin la participación del mercado en su conjunto.
Lo de ayer insiste en el mensaje que viene constatándose en las últimas semanas: el Ibex35 es el más bajista en los descensos y el menos alcista en los ascensos; circunstancia que un día había de producirse por pura lógica de alternativa técnica y que ya parece estar aquí.
No va a cambiar fácilmente la situación, es probablemente la hora de otros pastos. Pero no es fácil dar por bueno un movimiento bajista de nuestra bolsa a nivel tendencial, incluso con un Ibex35 por debajo de los 14.500 puntos arrastrado por un sector como inmobiliaria/construcción de tanto peso en nuestra economía, mientras en Wall Street siga desafiándose la gravedad con nuevas ganancias. Y aunque el Ibex35 suele ser el más listo de la clase (y uno no debería quedarse sin hacer nada fiándolo todo a Wall Street en caso de que perdamos más soportes), una cosa es dejar España y otra la Renta Variable.
La situación técnica inmobiliaria
En lo que al sector inmobiliario se refiere no hay discusión técnica posible: está tocado gravemente, y la cosa no viene de ahora. Todo aquel que ha querido verlo venir ha podido hacerlo porque está siendo una crisis entregada por fascículos. La historia de esta crisis no arranca con Astroc, sino que empezó con Metrovacesa, que nadie se lleve a engaño, cuando al perder la zona de los 110 euros confirmó que el largo movimiento lateral en zona de máximos históricos tenía resolución bajista, que era distributivo.
De hecho esta historia debió ser un aviso para navegantes para unos inversores que vieron hace semanas como la Valenciana confirmaba al perder los 60 euros una típica figura de vuelta en doble techo con isla después de una impresionante alza que había desafiado todas las apuestas de los analistas fundamentales, que han estado durante meses advirtiendo de la sobrevaloración de estas empresas (algo que también hicieron en 2000, aunque entonces hubo mucha menor vehemencia y más complacencia con los precios, especialmente durante la caída).
Astroc y Metrovacesa, Metrovacesa y Astroc, son dos historias parecidas incluso analizando el tipo de inversores que han sido atrapados. Los ricos también lloran, prueba manifiesta de que el inversor minorista se equivoca por completo cuando considera que parte en gran desventaja y que cierta mano negra se va a por ellos.
Si en Metrovacesa era la poderosa familia Lara la que tomaba posiciones seducida por la tendencia a una altura de 120 euros; en la valenciana era el genial Amancio Ortega el que se encuentra ahora pillado con compras en los 40 euros.
No es la primera vez que ocurre algo así, por supuesto… En 2.000 el BBVA pagó más de 50 euros por tomar una posición en Terra, que acabaría su vida bursátil un 90% más abajo. Telefónica, por entonces, pagaba un billón de las antiguas pesetas, que se dice pronto, por una Endemol que hoy vale muchísimo menos en bolsa…
El contagio se hacía ayer evidente cuando Urbas e Inmocaral completaban sendas pautas de cabeza y hombros. En la primera, hace semanas que advertimos que el cambio de tendencia podía estar cercano por confirmación de dicha pauta al haber caído desde los máximos en 5 ondas de Elliott, lo que tras un rebote hacia los 3 euros facilitaba una recaída que podía confirmar dicha formación. Era algo de considerable probabilidad: estaba escrito, por así decirlo.
En la segunda hemos sido firmes recordando que normalmente los recién llegados al Ibex 35 lo pasan mal, y advirtiendo que por debajo de los 4,8 euros se acababa una larga fiesta que este mal comportamiento de entrada en el Ibex podía facilitar dada la cercanía de la zona clave en tendencia a medio plazo. Era ésta una zona de compra muy agresiva, pero con un stop rápido y riguroso, sólo apto para gente de pulso templado y sangre fría.
Sin contemplaciones, ayer los precios arrasaban las líneas claviculares de dichas pautas de vuelta a medio/ plazo. Es tanto lo que habían subido ambas que es una necedad, técnicamente hablando, pensar que la caída experimentada ha sido todo el ajuste. Los objetivos mínimos de caída de las pautas piden más, y hablamos, insistamos, de objetivos mínimos.
Una vez más queremos recordar que se sabe como empieza una corrección a una tendencia, pero no como termina. No al menos sin que haya pasado bastante tiempo desde que ha sucedido. Aquí puede faltar un tiempo, o mucho tiempo, pero la cosa no debería solucionarse en días. No debería precipitarse, ni caer en la trampa de comprar porque se produzca cualquier día un serio rebote; probablemente sería el llamado rebote del gato muerto.
¿Y si salpica a las constructoras?
Puede verse que la gran caída de Fadesa vino precedida por una pequeña pauta de doble techo (t1t2) en zona de máximos tras un intento de entrada en subida libre en plena OPA de Martinsa. Fíjese en lo que podría por tanto verse en una compañía como ACS tras fallar en la salida de una pauta expansiva triangular si hacemos una analogía técnica. ¿Una dilatación? Es difícil saberlo. Cambio de tendencia sólo tendríamos bajo los 40 euros, y eso sólo parece fácil si hay una fuerte presión bajista contra el Ibex 35; que para ello debería perder los 14.500 puntos y no seguir cayendo en divergencia con el resto de la renta variable mundial. Pese a todo, parece que estas cosas nos indican que hay mucho dinero que está dispuesto a salir de nuestro índice, y más aún de nuestro sector inmobiliario cotizado, para irse hacia territorios menos sobrevalorados.
Y la pérdida de los 40 euros en ACS, o la de los 69/70 en el caso de Ferrovial para confirmación de sendos triángulos expansivos bajistas (como puede verse en el último de los adjuntos) no es imposible. Como muestra de ello un botón: FCC; que ayer confirmaba la ruptura de un canal alcista de medio/largo plazo al tiempo que confirmaba una amplísima figura de vuelta en cabeza y hombros. Es cierto que no es la primera pauta de esa clase que se deja en el sector y no cumple objetivos, pero algún día no será así, y cualquier especulador se movería hacia zonas donde tuviese el riesgo bajo control inmediatamente. En valores como Urbas, Inmocaral, FCC…, eso no se tiene por la sencilla razón de que han saltado todos los stops de trading en tendencia tras la ruptura de ayer.
Si el resto de los mercados, por alguna circunstancia inesperada en este momento, generasen cierto techo, el castigo podría ser muy superior; de hecho si el contagio se extiendo a las constructoras el riesgo de que lo haga al resto de nuestra bolsa cual mancha de aceite sería relevante.
Así empezaron las cosas en 2000. Por fortuna, la historia, no se repite necesariamente; ahora bien nunca sabrá a ciencia cierta si está ante un relato breve o ante una trilogía cuando lea las primeras páginas, y cualquiera que tenga memoria del mercado lo sabe.
Lo que sí puede saber es que ha perdido el control de la situación. Y si usted es un trader, si lo que por encima de todo valora es el control del riesgo, tomará las pertinentes decisiones.