
En los últimos años parece que emprender es sinónimo de tecnología, aplicaciones y redes sociales. Sin embargo, de vez en cuando también surgen nuevas ideas que revisitan los clásicos aprovechando las nuevas herramientas que ofrece la tecnología, pero aplicadas a un producto tradicional. Es el caso de los relojes de Smith & Smoorcer.
Con la ilusión de lanzar un producto que aman, Antonio Sánchez-Maroto Gallardo y Rafael García Briz han lanzado su propia firma de relojes vintage, en un movimiento que puede parecer contracorriente pero que está estudiado hasta el último detalle.
Estos dos jóvenes, con experiencia profesional previa, apuestan por la calidad, con componentes españoles y europeos, para intentar hacese un hueco en el mercado. A pesar de las dificultades propias de empezar un negocio, desde el principio se marcan objetivos ambiciosos, con la vista puesta a exportar en cuanto sea posible.
¿Quiénes sois y qué os ha animado a lanzar un reloj tradicional en una época de smartwatches?
Nos llamamos Antonio y Rafa y somos dos chicos de Saconia, un barrio de Madrid. Nuestra amistad nace ya desde la misma guardería, concretamente 33 años.
La idea de hacer un reloj clásico nos llamaba mucho más la atención que el diseñar un smartwaches ya que, como se dice, lo clásico nunca pasa de moda. Por ejemplo, si ves pasar un Bugatti de 1935 por la calle te vas a girar para verlo y vas a pensar '¡qué chulo!' cuando a lo mejor ves otros coches de alta gama actuales y ya no te llama la atención porque estás acostumbrado...
No rechazamos los avances tecnológicos, ni mucho menos, pero para nuestra firma de relojes nos hemos decantado en hacer un tipo de reloj atemporal para que todo el mundo, incluidos nuestros padres y abuelos puedan llevarlo.
¿Cuánto tiempo os llevó desarrollar el negocio?
La idea surgió en noviembre del 2014. Nos gustan los relojes desde siempre y, debido a nuestro trabajo, hemos tenido contacto directo con el mundo empresarial y el marketing online. Pensamos en juntar nuestras dos grandes aficiones y por ello decidimos crear nuestra propia marca de relojes.
El camino no ha sido fácil, más que nada porque hemos hecho todo el trabajo, desde diseñar el producto, hablar con proveedores, pensar todo el packaging, la logística, desarrollar la web, hacer campañas de marketing online y un largo etcétera que por fin, después de un año y dos meses de trabajo, podemos decir que tenemos un producto que ofrecer del que nos sentimos muy orgullosos. Ha sido como ver a un hijo crecer, mucho trabajo y dedicación pero, mereció la pena.
¿Por qué ese nombre?
El nombre de Smith & Smoorcer viene de dos peces que teníamos de mascotas en Dublín hace tiempo. Es por el ello que el logo son las dos S de las iniciales de la marca que, a su vez, forman un pez. Queríamos darle nuestro toque personal a la marca.
¿Qué problemas os habéis encontrado? ¿Alguna ayuda de la administración?
Nos hemos encontrado con muchos problemas, como por ejemplo hacer un diseño de reloj que nos gustase a los dos, solicitar muestras de componentes y ver que no cumplían nuestras expectativas de calidad, intentar separarnos de la competencia, el sufrir retraso en todas las entregas previstas tanto de componentes, material de packaging...
No hemos solicitado ningún tipo de ayuda ya que lo queríamos hacer nosotros mismos, la verdad que nos sentimos muy orgullosos del resultado obtenido.
¿Qué es lo más duro de emprender?
Encontrar a las personas adecuadas de las que te puedas fiar y las cuales quieran acompañarte en tu proyecto. En nuestro caso, los tiempos de espera también han sido bastante duros: desde que contactas por primera vez con un proveedor, quedas con él o te manda información, defines las necesidades que necesitas, te pasa un presupuesto, negocias, llegas a un acuerdo, esperas el proceso de fabricación, sufres el envío y el visto bueno, pasa muchísimo tiempo, cosa que se agudiza si el proveedor se encuentra en el extranjero y los horarios comerciales son diferentes.
La búsqueda de proveedores nacionales ha sido muy complicada. Creemos que hay mucho que mejorar en el aspecto de que muchos negocios ni se encuentran ni facilitan su búsqueda en Internet. Parece mentira que a día de hoy cueste tanto darse a conocer en la red.
¿Qué planes de futuro tenéis?
De momento nuestro único modo de venta en online a través de la web de Smith & Smoorcer aunque nos gustaría en un futuro consolidarnos en la venta offline a través de joyerías, ferias etc...
Tenemos un largo camino, pero queremos empezar a expandirnos por Italia, Dinamarca e Inglaterra. En estos tres países y por orden, se valoran mucho las tendencias y la moda, el diseño práctico y el buen gusto por lo clásico.
También queremos trabajar con nuevos materiales de esfera y caja como aluminio o titanio, y ya estamos trabajando en el diseño de un nuevo modelo de calibre automático de cuerda manual, muy posiblemente con fase lunar, otro guiño a una de las complicaciones más características de los relojes clásicos.
¿Qué creéis que diferencia a Smith & Smoorcer?
Lo primero de todo es la calidad de sus materiales y su cuidada puesta a punto. Nos caracterizamos por conseguir distinción, singularidad, valor, estética y emoción.
Creemos que finalmente hemos conseguido un producto con todas estas características al alcance de todos los bolsillos.
¿Dónde fabricáis los relojes? ¿Los diseños son vuestros?
Todos los componentes, a excepción de las cajas, se fabrican en Europa, principalmente en Suiza, Alemania y España. El control de calidad se realiza en Córdoba y las correas de piel se fabrican a mano en Madrid y en Barcelona. Es una pena que no se publiciten más las fábricas de correas de piel españolas, si buscas por internet las contarás con los dedos de las manos y en algunos casos ni tienen página web.
Los estuches de madera nos los fabrican a medida en el País Vasco. Todos los diseños son marca de la casa, entre los dos definimos los primeros bocetos y finalmente nos decidimos por la actual composición.
¿Tenéis pensado sacar más modelos?
Si, a parte del modelo de remonte manual, queremos ampliar la gama de tamaños de caja, distinguiendo las de 36mm para mujer y las de 45mm para hombre. El actual tamaño de 39mm de caja es unisex, y al no tener bisel y contar con un cristal de tipo Bombé parece más grande de lo que es.
En un futuro también nos gustaría poder sacar ediciones limitadas conmemorativas y alguna pieza de lujo.
¿Dónde os veis de aquí a dos años?
Contratando gente de confianza, viajando a todas las ferias de relojería europeas y viendo nuestros relojes en las muñecas de desconocidos.
¿Algún consejo para alguien que se quiera lanzar a montar su negocio?
Que busque, cuanta más información sobre el mercado de su negocio mejor. Que pregunte, a cuanta más gente con conocimientos relacionados mejor. Que priorice, no perdiendo el foco en lo irrelevante. Que acepte y aprenda de las críticas sin dejarse influenciar. Y que no escatime en aquello que desconozca y alguien de confianza le aconseje.