Beatriz Asuaje tenía un problema. Casi una adicción. "Comenzamos probando el salmorejo tímidamente y nos convertimos en verdaderos aficionados? ¡Lo tomamos en invierno y en verano!". Habla en plural porque "somos una familia numerosa y ambos trabajamos fuera de casa, pero nos gusta cuidar la alimentación, así que encontramos en estos productos la solución para hacer compatible la alimentación sana con la ajetreada rutina de una pareja con tres niños".
El salmorejo adictivo del que habla Beatriz es el que elaboran en La Gazpachería Andaluza, una empresa de origen familiar recientemente franquiciada. En la Venta Ruiz (Sevilla) llevan desde los años 50 elaborando deliciosos gazpachos y salmorejos. El hijo de la dueña robó la receta y nació La Gazpachería Andaluza, que "cuenta con dos locales en Sevilla y 300 puntos de venta repartidos por Andalucía".
Pero volvamos a Beatriz que, una mañana, tras el shock de quedarse en paro ahogaba sus penas en salmorejo. "Era el momento de hacer algo que realmente me ilusionara. Además, me considero una persona activa y muy optimista así que mi marido y yo pensamos que sería estupendo contar con una gazpachería en Madrid. Esa misma tarde entré en Internet, envié un correo a La Gazpachería Andaluza y, tras las reflexiones necesarias y unos meses de trabajo, aquí estamos: inaugurando la primera Gazpachería Andaluza de Madrid, con la misma esencia que la de Sevilla pero con espíritu propio y muchísima ilusión".
Bastante asequible
Esta es la primera franquicia y, según Beatriz, en comparación con otras, es bastante asequible. No obstante, para conseguir esa cantidad asequible, el camino ha sido duro: "Sobre las ayudas para emprendedores podría escribir un libro porque hay mucho que decir y curiosamente no coincidiría con las noticias políticas al respecto. No obstante me limitaré a señalar que, en nuestro caso, siempre llegamos tarde o demasiado pronto para cualquiera de ellas". Así que, como tantos otros, tuvo que tirar del paro, de ahorros, de amigos, de familia, de conocidos y desconocidos que "durante el camino de esto que llaman emprender te echan una mano y engrosan la larga lista de favores debidos para ver el sueño materializado".
Y es que, desde luego, no es un camino de rosas. Y menos en España. "La burocracia y el papeleo imponen costes de partida duros de asumir. Lo que debería ser simple es complejo, se tarda un valioso tiempo y cuesta horrores conseguir información completa sobre los trámites para llevar a cabo tu idea. En fin, un emprendedor en España tiene que ser varias personas en una y no morir en el intento?". No todo son críticas: "Me ha sorprendido gratamente el pago único. Es cierto que en el fondo sólo te están anticipando un dinero que te corresponde, sin embargo, responden en plazos prudentes y con mínimo papeleo".
No obstante, todo ha quedado olvidado y compensado con la apertura, hace diez días, de La Gazpachería Andaluza en el barrio de Argüelles. "El día antes de nuestra celebración de inauguración vendimos todo el gazpacho de la tienda, un fallo en nuestras estimaciones de venta semanales por nuestro empeño en garantizar la frescura de cada litro que vendemos, y ¡La Gazpachería se quedó sin gazpacho!". Pero ya han repuesto existencias y sueños: "Nos gustaría abrir nuevos puntos de venta propios en Madrid".
Franquicias viveros de empleo