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La tecnología, liderada por Google, también sucumbe a la crisis

Desolación total anoche tras el cierre de Wall Street. Si Google falla, ¿en quién podemos confiar? El icono de la Web 2.0 junto a Apple decepcionó claramente al mercado con sus cuentas del segundo trimestre. Y eso, después de los buenos resultados del primero, lo cual hace aún más dura la decepción.Si sumamos también los flojos resultados de Microsoft, AMD o eBay, tenemos que la tecnología ha sucumbido definitivamente a una crisis de la que parecía estar a salvo hasta ahora.

Google (GOOG.NQ) sufrió un desplome de más del 11% en el 'after hours', que arrastró al Nasdaq y al S&P 500 después de su subida en la sesión regular. El gigante de Internet ganó 1.250 millones de dólares, 3,92 dólares por acción; pero ajustado por extraordinarios el beneficio fue de 4,63 dólares, por debajo de los 4,74 que esperaba el mercado. Algo que se explica por el fuerte aumento de los gastos de I+D, un 65%, aunque siembra el temor a un deterioro de la publicidad en Internet. Los ingresos ajustados por los costes de adquisición (lo que paga Google a otras webs por dirigir tráfico a su buscador) sí cumplieron las expectativas al alcanzar 3.900 millones.

Estas cifras encendieron las alarmas por el temor a un impacto importante de la crisis económica en EEUU en la publicidad online. El propio Eric Schmidt, CEO de Google, reconoció la crisis por primera vez, lo que fue decisivo para la oleada de pesimismo que se extendió sobre el valor. En realidad, este impacto era inevitable -la publicidad es cíclica, incluso con el potencial que queda por delante en Internet- pero de lo que parecía a salvo su majestad Google. Schmidt aseguraba hasta ahora que la mayor eficiencia de la publicidad online le beneficiaría respecto a otros soportes con la ralentización económica.

Tampoco gustó el famoso ratio de clicks de pago -las veces que los usuarios pinchan en los anuncios que aparecen en los resultados de las búsquedas, generando ingresos para Google-, que cayeron el 1% respecto al primer trimestre (subieron el 19% en términos interanuales, frente al 47% del primer trimestre). Algo que la empresa explica por una apuesta por la mayor calidad de los anuncios.

Así pues, las cosas se ponen feas para el rey de Internet. Pero no sólo para él. Antes del cierre, eBay (EBAY.NQ) ya había decepcionado; aunque sus resultados fueron buenos (el beneficio creció el 20% y alcanzó las previsiones del consenso), dio una previsión muy pobre para el tercer trimestre: un beneficio ordinario de entre 39 y 41 centavos por acción, con unos ingresos de entre 2.100 y 2.150 millones de dólares, frente a los 42 centavos y 2.170 millones, respectivamente, que pronosticaba el consenso. La empresa echa la culpa a la necesidad de bajar sus tarifas para mantener el crecimiento de sus ingresos en tiempos difíciles como los actuales.

Microsoft sucumbe por culpa del Office

Otra decepción en el 'after hours' vino de la mano de Microsoft (MSFT.NQ), el rey de la Web 1.0 con Cisco y Yahoo, y todavía el mayor fabricante de software del mundo. En este caso, la compañía batió las expectativas de ingresos con un crecimiento del 18,4% hasta 15.840 millones de dólares, cuando los analistas esperaban 15.650. Pero el beneficio neto se quedó en 4.300 millones, 46 centavos por acción, un centavo por debajo de la previsión media del mercado. Detrás de esta decepción se encuentran las ventas del Office, inferiores a lo que esperaba la compañía por culpa también de la crisis: la gente prefiere comprar productos más baratos en estos momentos, según la propia Microsoft.

Y lo que es peor: la empresa cuya presidencia abandonó Bill Gates el trimestre pasado también dio unas previsiones inferiores a las esperadas. Así, espera ganar 47-48 centavos en el próximo trimestre con unos ingresos de 14.700-14.900 millones. El consenso esperaba un beneficio de 49 centavos y unos ingresos de 15.000 millones. Además, el mercado está muy disgustado con su falta de estrategia en la web, que se traduce en su batalla por comprar Yahoo. Con todo esto, el valor cayó el 7% en el ?after hours?.

AMD destituye al consejero delegado

Pero la palma del desastre tecnológico se la llevó AMD, la empresa que hace poco más que un año rivalizaba en serio con Intel e incluso le superaba en algunos segmentos del mercado. Anoche anunció unas pérdidas tremendas de 1.190 millones de dólares, 1,96 dólares por acción, cuando el mercado esperaba que fueran de sólo 52 centavos. Estas pérdidas incluyen 880 millones de la amortización de su unidad de electrónica de consumo, que pretende vender a otra empresa. Los ingresos también decepcionaron, con un magro crecimiento del 0,5% hasta 1.380 millones frente a los 1.450 previstos por el consenso. Mientras tanto, Intel anunció anteayer un crecimiento del 25% en su beneficio neto.

Este desastre forzó la destitución de su CEO desde 2002, Héctor Ruiz, que pasará a ser presidente no ejecutivo. Será reemplazado por el hasta ahora director operativo (COO), Dirk Meyer.

Así pues, la tecnología, que parecía inmune a la crisis por su nula relación con el mercado crediticio e hipotecario, así como por su fuerte exposición internacional, ya siente en sus propias carnes el dolor de la crisis. Y recuerden que ha vuelto a ser el sector con más peso en los índices de Wall Street por el derrumbe de la banca. Con este panorama, una recuperación de la bolsa va a ser larga y complicada.

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