
La última mesa de debate de la primera mañana del congreso ha servido para escuchar las experiencias personales de tres bodegueros.
Nigel Greening ha dejado en su intervención una reflexión final impactante extraída de sus algo más de 10 años como bodeguero en Nueva Zelanda: el mundo debe de producir menos vino. Llegó a este mensaje al citar las crecientes presiones climáticas, económicas y de los socios de las bodegas, que llevan a un callejón sin salida del que el sector debe de salir congelando su crecimiento en esta coyuntura.
Por su parte, Paul Symington, perteneciente a una familia que lleva más de 300 años implicada en el negocio bodeguero en la zona de Oporto, ha defendido las excepcionales cualidades del cultivo de viñedos en la zona de la cuenca del Duero que atraviesa Portugal, ya que el suelo de esa zona es distinto del de la zona española.
Esta es la zona de de viñedos en montaña (45.200 hectáreas de viñedo) más grande del mundo tiene una ecosistema climático particular, con amplias diferencias en temperaturas entre las viñas ubicadas a diferentes alturas y dependiendo de la época del año.. Oporto registra además más precipitaciones al año que Londres.
"La influencia del cambio climático será económica, ecológica, pero también afectará a la estructura social de la zona", ya que, por ejemplo, el 2% de los agricultores cultiva actualmente el 38% de las hectáreas de viñedo.
Soluciones
Ricardo Cotarella, profesor universitario, bodeguero y consultor para viticultores, se detuvo especialmente en el efecto que está teniendo el aumento de la radiación ultravioleta en el cultivo de la vid.
Y enumeró después varias consecuencias directas del cambio climático sobre la producción de vino derivadas de la reducción de las diferencias de temperatura entre el día y la noche; de la pérdida de minerales que cambian el sabor del vino; del aumento de la cantidad de azúcar de las uvas; de la posible necesidad de adelantar las cosechas para evitar exponer a la uva a muy altas temperaturas; o del cambio aromático del vino.
En paralelo, aportó varias soluciones para sortear el efecto del cambio climático en el proceso de elaboración de vinos: acelerar la recolección y procesamiento de las uvas; extremar la higiene de las bodegas y uso de anhídrido sulfuroso (SO2) para evitar su oxidación.