El vicepresidente y consejero delegado de Banco Popular, Roberto Higuera, ha admitido que la entidad continúa estudiando la posibilidad de nuevas prejubilaciones, así como cierres "controlados" y "medidos" de sucursales "que no sean tan rentables" para ahorrar gastos.
"Es un arma que tenemos en la mano", señaló Higuera, quien informó que en el tercer trimestre del año el banco ha destinado entre 15 y 17 millones de euros a prejubilaciones que afectaron a un total de unos 70 trabajadores.
De cualquier modo, Higuera afirmó que tiene que hacerse un plan de futuro con un precupuesto y, entonces, "determinaremos si podemos ir más allá en prejubilaciones".