El primer ministro de Australia, Tony Abbott, ha cerrado la cumbre del Grupo de las veinte principales economías del mundo, que se ha celebrado durante este fin de semana en la ciudad de Brisbane, con la firma de un paquete de medidas con el que los líderes del G-20 pretenden añadir un extra de 2,1 puntos porcentuales al crecimiento global en los próximos cinco años.
El mandatario australiano ha explicado que este crecimiento se va a basar en la promoción de la inversión en la infraestructura y el comercio. El G-20 también ha acordado trabajar en conjunto para tomar medidas contra la evasión fiscal y la corrupción. Asimismo, prevé fortalecer las instituciones financieras para evitar que se repita una crisis financiera mundial como la de 2008.
Australia, como anfitrión del G-20, ha tratado de mantener la atención en las cuestiones económicas, tal y como avanzó el propio Abbott al comienzo de esta cumbre. Sin embargo, gran parte de los encuentros entre líderes mundiales se han centrados en otras cuestiones, como la crisis en Ucrania o el cambio climático, entre otras.
El G20 aspira a tener 2.1% 
