La filial argentina de Viajes Marsans, Marsans Internacional Argentina (Miasa), se encuentra en situación de quiebra técnica tras despedir la pasada semana a 45 del total de 50 empleados que quedaban, a través de un telegrama en el que la compañía alegaba razones económicas ajenas a la empresa, según informaron a Europa Press fuentes de los trabajadores despedidos.
"Como consecuencia de razones de fuerza mayor originadas en circunstancias ajenas a la voluntad de la empresa, nos vemos obligados a poner fin a la relación laboral", según el telegrama, enviado el pasado 13 de enero y firmado por el apoderado y abogado de la filial de Marsans, Paulo Miguel Rollán, al que tuvo acceso Europa Press.
Los trabajadores denuncian que la empresa todavía no ha declarado oficialmente su suspensión de pagos, por lo que no pueden reclamar los tres meses de sueldos impagados, así como las correspondientes cargas a la Seguridad Social de un año.