
Como muchos otros, el sector audiovisual se encuentra en un profundo y acelerado proceso de cambio y transformación. Esto es consecuencia, fundamentalmente, de las nuevas posibilidades y formas de acceso a contenidos, de las nuevas preferencias y usos de esos contenidos por parte de la audiencia, y de la progresiva entrada de nuevos competidores en el mercado -fruto de una bajada considerable de las barreras de entrada en el sector-.
Estos cambios, junto a la incorporación de tecnologías disruptivas -aquellas que transforman la manera de producir y distribuir los contenidos- y junto a las mejoras que se están produciendo en la calidad y las prestaciones de los contenidos audiovisuales, están provocando importantes modificaciones que requieren adaptaciones continuas en el modelo productivo, organizativo y de negocio de las empresas del sector.
La profundidad y celeridad de esta transformación del sector audiovisual es especialmente trascendente para las grandes empresas y corporaciones del sector, para las cuales el proceso de adaptación implica necesariamente cambios culturales y organizativos de trascendencia. Cambios que requieren un proceso de adaptación que nunca es inmediato, y que demandan tiempo, pericia y dedicación. De aquí que estas empresas deban, en la medida de sus posibilidades, adoptar estrategias que les permitan anticiparse, conocer y explorar estas nuevas tecnologías, y crear mecanismos y sistemas que dinamicen el conjunto de procesos de adaptación al cambio.
En estas circunstancias, la innovación es uno de los elementos clave. Permite a la organización ganar tiempo, comprender mejor los procesos, y realizar, de manera estructurada, una correcta adaptación a los cambios futuros. Es decisivo, pues, que la empresa audiovisual preste atención al cambio, innove y se adapte de forma temprana a las posibles modificaciones de su entorno. Esto le permite disminuir y mitigar el posible riesgo de ser superada por otras empresas del sector, e incluso el riesgo de desaparecer acosada por la competencia. Es este el motivo por el que, en la actual coyuntura de transformación, las empresas del mundo audiovisual necesitan incorporar e integrar en su organización una cultura propia de la innovación.
RTVE se constituyó como una referencia del sector audiovisual español desde el mismo momento de su creación, hace ya más de 60 años. Y, desde entonces, ha sido, y sigue siendo, una empresa líder en innovación, capaz de transformarse y adaptarse a los cambios. Esta faceta innovadora resulta clave para ella, tanto como empresa líder, como por la trascendencia del servicio público que cumple en nuestro país.
Por esta razón, desde hace algunos años, RTVE viene impulsando y reforzando su propio modelo de innovación. Apuesta por un sistema de innovación integral, abierto, prospectivo y, a la vez, organizativo. Integral, porque abarca a todos los campos de la actividad de RTVE. Abierto porque involucra tanto a los agentes internos como externos -universidades, empresas del sector, otras instituciones públicas españolas y europeas- que tienen la posibilidad de interactuar y participar. Prospectivo, porque está orientado hacia el futuro. Y organizativo, porque la innovación busca ser una de las principales guías del cambio de cultura interna de la propia RTVE.
Tres ejes claves
Para RTVE hay tres ejes claves de la innovación: Primero, la audiencia. Es decir, los ciudadanos que están en el centro de nuestra actividad. El objetivo de este proceso de innovación es potenciar una mayor personalización de los contenidos y servicios online, incorporando herramientas de recomendación al usuario y la interacción permanente con las redes sociales. Para ello, se trata de agregar nuevas tecnologías y nuevos procesos que permitan, en la medida de lo posible y en tiempo real, un conocimiento más profundo e individualizado de las preferencias de nuestra audiencia, y una atención, totalmente personalizada, a cada ciudadano-usuario.
Segundo, los contenidos: Innovación constante aplicada a los diversos contenidos, tanto en lo que se refiere a los modelos de producción y distribución, como por lo que hace a modelos narrativos y formatos, siempre con la finalidad de adaptarlos lo mejor posible a las necesidades de la audiencia. RTVE está desarrollando, por ejemplo, innovaciones en diversos ámbitos: movilidad de los informativos, con objeto de ganar agilidad en el suministro de noticias; tecnologías de Big Data encaminadas al análisis y clasificación automatizada de contenidos con sistemas de reconocimiento automático de imágenes e identificación de personajes; introducción de nuevas herramientas gráficas, que nos permitan recrear y acceder a una realidad aumentada, e incorporar en ella las informaciones provenientes de las redes sociales; producción en Ultra Alta definición -aspecto en el que somos líderes-; nuevos estándares de difusión de señal en TDT; etc.
Y, por último, la organización: innovación activa en sistemas de organización, lo que permitirá transformar la forma de trabajar y relacionarse entre los profesionales de la corporación. En este sentido, estamos incorporando herramientas de trabajo en materia de movilidad y de sistemas de trabajo colaborativos, sistemas de gestión y promoción del conocimiento, así como nuevos modelos de gestión, monitorización y supervisión de actividades.
Estos tres ejes guían el proceso de innovación, tanto interno como externo del servicio público de RTVE. Y en ambas dimensiones, la apertura y la capacidad de comunicación con otras empresas y actores del ecosistema audiovisual está siendo un elemento central y clave.
La apuesta de RTVE por la innovación integral, abierta, prospectiva y organizativa se concreta en tres áreas distintas: en el ámbito de la investigación académica; mediante la participación en proyectos de investigación aplicada españoles y europeos; y en el impulso a las empresas startup del mundo audiovisual.
RTVE impulsa la innovación abierta estableciendo relaciones y financiando proyectos de grupos de investigación de universidades españolas y mediante la creación de observatorios y cátedras de investigación. En estos momentos están activas cuatro cátedras: con la Universidad Autónoma de Barcelona, para la innovación en informativos; con la Universidad Politécnica de Madrid, para trabajos en Ultra Alta Definición y 5G; con la Universidad Carlos III, en materia de Big Data aplicado al conocimiento de nuestra audiencia; y con la Universidad de Zaragoza, Big Data aplicado al análisis automático de material audiovisual.
Asimismo, en estos momentos colabora con otras empresas del sector audiovisual en proyectos europeos como Visualmedia, que intenta impulsar, a través de la realidad aumentada, la conexión de la emisión lineal en informativos con el uso cada vez más intenso de las redes sociales.
También RTVE participa en el denominado 5G Media, que intenta anticipar el impacto que la tecnología 5G va a causar en un futuro no muy lejano sobre la capacidad de distribución de contenidos en tiempo real y sin retraso.
En cuestiones relacionadas con la innovación prospectiva -y abierta- se han puesto en marcha, dos observatorios destinados a analizar las tendencias del futuro. Uno, con la Real Academia de la Ingeniería que analiza la trasformación digital en materia de producción, y otro, con las universidades Autónoma de Barcelona y CEU San Pablo de Madrid para monitorear la innovación de futuro en los informativos.
También en la línea de avanzarse al futuro y de cooperar de modo abierto con el entorno, RTVE lanzó, hace ya más de dos años, la iniciativa Impulsavisión, con el objeto de acelerar empresas nacientes en el ámbito audiovisual, acompañando su proceso evolutivo y facilitando el desarrollo de sus nuevas tecnologías mediante su ensayo en las emisiones. En esta misma línea, próximamente, lanzaremos la tercera convocatoria de esta iniciativa, que intenta promover el desarrollo de nuevas iniciativas y la incorporación de las mismas en el ámbito interno de RTVE.
Compromiso
Finalmente, está comprometida con la innovación también en materia de organización interna, tratando de asimilar, constante y paulatinamente, los retos del cambio, y modulándolos de manera que asegure la implicación y la participación de todos los afectados por esos cambios, y dotando al proceso de innovación de los recursos necesarios para lograr un auténtico y sostenible cambio cultural en la organización.
Si algo está claro es que, si queremos sostener, en el inmediato futuro, el servicio público fundamental que a RTVE le ha encomendado la sociedad española, deberemos necesariamente incluir y aceptar, entre otros, el reto de la innovación.