
Los pasajeros del vuelo Praga-Barcelona que iba a operar Vueling el domingo por la tarde finalmente llegaron al aeropuerto de El Prat el martes de madrugada. Éste es sólo un ejemplo de los cientos de retrasos y cancelaciones que ha sufrido la línea aérea en los últimos cuatro días, tras verse incapaz de sacar adelante toda su programación.
Según ha explicado la filial de IAG en más de una ocasión, detrás de la crisis desatada en el aeropuerto de Barcelona se encuentran las huelgas de los controladores aéreos franceses y una serie de fallos operativos y deficiencias en la programación que les han impedido hacer frente a los imprevistos.
Pero Vueling no necesita que Francia cierre el espacio aéreo para batir récords de retrasos y dejar tirados a sus pasajeros en los distintos aeropuertos en los que opera. La compañía arrastra problemas operativos, de personal y de gestión desde hace varios años, que le han llevado a copar los rankings internacionales de impuntualidad y a tener problemas para cumplir con su oferta de vuelos.
Así, los retrasos de Vueling de la última semana no son algo anecdótico. Flight Stats y OAG elaboran informes mensuales en los que detallan un ranking de puntualidad de las compañías aéreas, basado en el porcentaje de vuelos que llegaron en hora, y Vueling casi siempre se ubica entre las aerolíneas más impuntuales. En el mes de mayo, Vueling ocupó el puesto 36 de las 39 aerolíneas low cost del mundo que Flight Stats toma en consideración para hacer su ranking (Ryanair no se incluye en el listado).
Según la consultora, el 36,7% de los 17.194 vuelos que operó Vueling el pasado mayo tuvo más de 15 minutos de retraso. En este listado, su hermana Iberia Express ocupó el sexto puesto con una puntualidad del 88%. En julio de 2015, la compañía que preside Javier Sánchez Prieto ocupó el puesto 35 de 39 y en marzo de este año y en junio del pasado logró subir posiciones hasta el puesto 31, según la publicación mensual de Flight Stats. Los informes de OAG sitúan a la compañía entre las más impuntuales de Europa.
Según su informe mensual de mayo, sólo el 55% de sus vuelos salió en hora, mientras que el 72% de ellos llegó a tiempo. Ese desfase se debe a que Vueling amplía el tiempo de vuelo de sus rutas.
La compañía tiene poco margen de maniobra para recuperar los retrasos que sufre, ya que al no tener personal de tierra propio (lo subcontrata a Iberia) cada vez que un avión llega tarde no hay un equipo para atenderles, por lo que tienen que esperar a recibir los servicios handling. Eso hace que un retraso de una hora se convierta en uno de tres, arrastrando al resto de la programación.