En el mundo de las cotizadas se conoce como 'profit warning' a un comunicado empresarial en el que se advierte que la compañía no alcanzará los resultados previstos. Estos comunicados suelen ir acompañados de desplomes en bolsa, como ha pasado recientemente con LinkedIn.
¿Y si los partidos políticos tuvieran que seguir el mismo procedimiento en el caso de que incumplieran sus promesas electorales o no alcanzasen las previsiones de crecimiento económico o de creación de empleo? Si fuese así, y cada 'profit warning político' fuese acompañado de una pérdida de votos, ningún Gobierno de España habría obtenido la reelección desde que existe nuestra pseudo democracia.
No se libraría tampoco el actual Ejecutivo del Partido Popular, que estaría totalmente descartado de cara a los próximos comicios, pues ha incumplido sus promesas electorales y el nivel de desempleo se encuentra en niveles similares a los registrados en noviembre de 2011.
Beneficio para oligopolios y casta
De hecho, las políticas desarrolladas por Mariano Rajoy solo han beneficiado económicamente a los oligopolios y monopolios de la energía, el petróleo y el gas, la gran banca, a los grandes lobbies del Ibex y a la casta política y sindical. Al mismo tiempo, ha provocado el empobrecimiento de las pymes, los autónomos y las familias de clase media y media baja, potenciando la desigualdad que existe en España, que ha alcanzado niveles tercermundistas.
Pese a todo, el PP ha prometido que si vuelve a gobernar tras las próximas elecciones, que se celebrarán presumiblemente a final de año, creará 500.000 empleos cada ejercicio. ¿En qué piensa Rajoy? ¿En aumentar el número de empleados públicos y llevar a España a la quiebra? ¿O en generar medio millón de puestos de trabajo seiscientoseuristas, temporales y precarios?
La otra opción, la más probable, es que simplemente no cumpla su promesa electoral en caso de que repita como presidente del Gobierno.
El modelo caníbal
La actual configuración caníbal y parasitaria del mercado laboral español no permite la creación de un empleo sostenible y de calidad en el sector privado.
Para revertir esta situación solo existe una vía, y pasa por "desestructuralizar" el desempleo en España. Para conseguirlo, es obligatorio desenchufar el cable corrupto que une la política con la economía, reduciendo radicalmente el peso del Estado, trasvasando el empleo público al sector privado, bajando radicalmente los impuestos, etc. Es el único camino, pero los grandes partidos no están dispuestos a recorrerlo, porque significaría el fin de la partitocracia y de su estructura de poder.
Las casta política y sindical también ha creado una macro Administración caníbal que impide el desarrollo de cualquier negocio productivo, con la excepción del turismo. El problema, sobre todo, es el empleo público improductivo: políticos prescindibles, sindicalistas liberados, empleados sin oposición, enchufados por partidos políticos, asesores... Este es el principal lastre para la creación de empleo privado.
¿Crecimiento sostenible?
Así, España crece, pero manteniendo los mismos problemas estructurales. ¿Es sostenible esta situación? La realidad es que la Economía mejora por la actual y favorable coyuntura internacional. Se debe a factores exógenos, como la caída del precio del petróleo o el descenso de los tipos de interés gracias a la actuación del BCE. También influye, por supuesto, el turismo, que es un factor tanto interno como externo, teniendo en cuenta el tradicional potencial del sector en España y el impulso que ha logrado gracias a la crisis del norte de África.
Sin embargo, se mantienen los problemas estructurales, de origen político, que no dejan a España salir del atolladero económico en el que se encuentra.