
Recientes estadísticas del INE detallan un crecimiento superior al 5% en la venta de viviendas con respecto al año pasado. Es mucho mayor el aumento de las compraventas de inmuebles para uso residencial, que se incrementaron un 49% en el primer trimestre de este año, según los datos de Ministerio de Fomento. Con respecto a los precios, son varias las sociedades de tasación que hablan ya de un parón en su caída.
Estoy convencido de que estos son indicadores positivos con un calado muy importante en un mercado tan contraído como el inmobiliario particular de los últimos años. Con todo, el inicio de la recuperación estará muy ligado a la creación real de empleo y a la fluidez del crédito hipotecario, si no como hace una década, sí a niveles más acordes con lo que el mercado necesita.
También en el mercado institucional vemos indicadores que nos alientan a ser positivos. Así, las inmobiliarias que han optado por el régimen de Socimi como estructura legal marchan a muy buen ritmo: las últimas dos en cotizar consiguieron casi 2.000 millones de euros de capital, lo que confirma el interés de los inversores internacionales por un mercado de oportunidades como el español. En términos generales, el comportamiento de todas ellas en la bolsa es estable y ya han materializado las primeras adquisiciones de activos y compañías en una cifra superior a los 1.000 millones de euros.
El acierto de las Socimi
Estos datos certifican el acierto del Gobierno al impulsar las Socimi. Es verdad que pueden ser objeto de mejora en su régimen legal y fiscal frente a sus homólogas de los países de nuestro entorno, pero no es menos cierto que ya están actuando como se pretendía, al convertirse en un vehículo que atrae inversión y dinamiza el mercado.
Y no quiero olvidar a otro tipo de inversores, los fondos core, a los que no veíamos operar desde hace tiempo, y que también están materializando operaciones en el mercado inmobiliario comercial. Pero si todos estos son síntomas de recuperación, sería deseable buscar la regeneración.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define regenerar en su primera acepción como dar nuevo ser a algo que degeneró, restablecerlo o mejorarlo. Y está claro que esto es lo que necesita el mercado inmobiliario español: restablecimiento y mejoría en los más amplios sentidos. Algo que sólo conseguiremos profesionalizándolo en todas sus facetas y dotándolo de la mayor transparencia posible.
La recuperación por sí sola puede llevarnos a recaer en errores del pasado, empujados por el deseo de que todo vuelva a ser como antes. Soy el primero que quiere que el mercado vuelva a mostrar todos sus indicadores en positivo, pero creo que la sostenibilidad del sistema a largo plazo sólo se conseguirá si los cimientos son sólidos y muestran las cualidades de un mercado maduro y sofisticado.
El nuevo mercado inmobiliario requiere que la transparencia sea el eje vertebrador que actúe primero como elemento de control rápido y eficaz para evitar la evasión, segundo como regulador de la informalidad, y en tercer lugar como control de la brecha en la valoración del inmueble, sin olvidar, por supuesto, como herramienta para la lucha contra el blanqueo de capitales. En definitiva, la transparencia debe ser la base para regenerar la confianza.
Del mismo modo, los cimientos sólidos a los que me refiero se construyen basados en la profesionalidad que un mercado como el nuestro requiere. Me cuesta imaginar que ningún propietario se plantee vender un edificio sin buscar el asesoramiento de un equipo jurídico que, además, se encargue de redactar la documentación legal pertinente. Sin embargo, y tristemente, es más que probable que ese mismo propietario sí se plantee la venta del mismo inmueble sin el apoyo de un experto inmobiliario que le aporte conocimiento exhaustivo del mercado, reglas de juego claras, entendimiento de las particularidades y variables del mercado y que se rija durante todo el proceso por los más altos estándares éticos y de conducta.
Necesitamos una pronta recuperación del mercado inmobiliario en España y una regeneración que nos permita afrontar el futuro a largo plazo desde una posición más fuerte.
Ricardo Martí-Fluxa, presidente de la Asociación de Consultoras Inmobiliarias.