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Otra perspectiva de la EPA

La lectura de la primera hoja de la nota de prensa del INE, a propósito de la EPA del primer trimestre de 2014, puede resultar deprimente. Incluso, a la vista de la reducción de la ocupación, la exigua reducción en el número de parados y la notable caída en el número de activos, se podría decir que el mercado de trabajo no está en sintonía con la recuperación incipiente que marcan otros indicadores. En la apariencia de esos datos, lo único que se salva es que allí donde comparativamente más falta hace, Andalucía, el paro ha caído en casi 60.000 personas.

Sin embargo, es posible una lectura diferente tanto con las estadísticas desestacionalizadas como con las novedosas estadísticas de flujos de la población activa.

Si analizamos las series desestacionalizadas, nos encontramos con que la tasa de variación anual de la ocupación apenas varía. Lo cierto es que hay una diferencia muy positiva con los primeros trimestres de los pasados años de crisis y, en todo caso, aunque no mejora el dato del trimestre anterior, no se puede decir que cambie la tendencia. Es decir, se puede sostener que prosigue una tendencia iniciada en el cuarto trimestre de 2012, que ya dio resultados positivos en el cuarto trimestre de 2013 y que, con todas las reservas necesarias, no hace sino mejorar las expectativas de ocupación de los próximos trimestres.

Desde el punto de vista del paro, la tasa de variación intertrimestral es todavía mejor, porque presenta una tasa de caída de más del 2 por ciento. Se podría decir que, por un lado, está en sintonía con los tres trimestres anteriores y, por otro, rompe con elevadas tasas de crecimiento del desempleo del primer trimestre de todos los años de crisis.

Junto con la mejora reciente que supone el uso de las series desestacionalizadas, que tanto hacen por entender mejor la dinámica del empleo en España, se han incorporado ahora las denominadas estadísticas de flujo de la población activa. Es la primera vez que un país de la UE publica estos datos. En este sentido, lo único que no se puede decir de la EPA publicada ahora es que el INE sea conformista y que no crea en la mejora continua de su actividad.

Reflejo del ajuste económico

Las estadísticas de flujo, una medida de las personas que entran y salen trimestralmente de la ocupación, del desempleo y de la inactividad, así como de su procedencia y su destino, son especialmente relevantes en una situación de profundo ajuste como la que está atravesando nuestra economía.

Desde esta perspectiva podríamos decir que se percibe una mejoría en la ocupación. Entran a la ocupación en el primer trimestre de 2014 un número mayor de personas que el del mismo trimestre de 2013 y salen un número menor que en igual periodo del año anterior. Es decir, cifras absolutas mejores que las de hace un año, que significan una mayor capacidad para crear empleo y una menor disposición a destruirlo. La pérdida neta de ocupación en el trimestre viene dada por un aumento de los que salen de la ocupación a la inactividad, consecuencia de personas que pasan a la condición de jubilados y de aquellos que dejan el puesto de trabajo para salir del sistema. En cualquier caso, disminuye también en relación con el mismo trimestre del año anterior.

Es cierto que sigue aumentando el número de personas que estando en el desempleo deciden convertirse en inactivos. Probablemente es debido a unas expectativas peores de encontrar empleo. Esto mismo vale para explicar que los nuevos activos del trimestre sean un número menor que en igual trimestre de los dos años anteriores. El hecho queda reforzado por los datos relativos a aquellos que convirtiéndose en activos en el trimestre entran como desempleados. No obstante, también esta cifra es significativamente menor que la del primer trimestre de 2013 y que la del 2012. Soporta mucha mejor valoración el que las entradas a la ocupación desde el desempleo y las salidas de la ocupación al desempleo prácticamente se neutralicen -la diferencia negativa es de 19.000 personas sobre un millón de entradas a la ocupación-. Se podría decir que se observa un mercado de trabajo que, en el peor trimestre del año en términos de empleo, es capaz de crear tantos nuevos puestos de trabajo como todos aquellos cuya destrucción obliga a entrar en el desempleo.

Ante la prueba definitiva

En definitiva, las estadísticas de flujo muestran que el mercado de trabajo español de este primer trimestre es más estable que en el mismo trimestre de cualquiera de los años de crisis anteriores, en la medida en que es capaz de generar empleos suficientes como para que aquellos que los pierden y entran en el desempleo los puedan recuperar.

La prueba definitiva vendrá cuando una actividad creciente entre a la ocupación y no al desempleo. Ahora bien, en estos momentos, no se puede superar la prueba con una inactividad creciente, preocupante para los empresarios y para el sistema de Seguridad Social, al existir menos fuerza de trabajo disponible. Pero también es cierto que esta variable está más asociada a las expectativas de encontrar trabajo, que se expresa, por ejemplo, en un número mayor de personas que abandonan el mercado de trabajo cuando están en el desempleo. Si bien, podría considerarse en estos momentos como una expectativa quizás errónea, dado que el número de personas que entran al mercado de trabajo y van al desempleo es menor que el de hace un año.

Miguel Cuerdo Mir. Profesor de la Universidad Rey Juan Carlos.

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