Zapatero revela en su libro que la UE le ofreció en tres ocasiones un rescate de España. Ahora presume de resistirse y achaca su desastrosa gestión a la conjunción de tres factores "no previsibles": la crisis financiera mundial, la de la deuda y la recaída en doble W de la economía española en 2011.
También en otras épocas se atribuían los problemas a las confabulaciones judeomasónicas. En elEconomista publicamos cientos de portadas advirtiendo de la evolución de esos tres factores '"imprevistos", según él. También dimos un par de portadas, en mayo de 2010 y en vísperas del verano de 2011, en las que revelamos las presiones para el rescate. En ambas ocasiones recibimos un desmentido rotundo del Gobierno, del Banco de España y de la UE.
Lo cierto es que no olió ni una. El síndrome de Moncloa o de la poltrona no le dejaba ver la realidad. Aún hoy sigue sin considerarse responsable de la debacle. Un caso similar es el de Cándido Méndez, que culpa de los escándalos de la UGT en Andalucía a la estructural federal. ¿Por qué no la cambió si lleva 20 años en el cargo? Como a Zapatero, negar lo evidente conducirá al abismo a UGT. Es bochornoso que aún dude en marcharse.
Amador G. Ayora es director de elEconomista.