
Diario de un optimista es el título del último libro de Guy Sorman, uno de los más reputados intelectuales de Francia. Este economista liberal, sucesor de Alexis de Tocqueville, transmite a través de la citada obra un sorprendente optimismo en relación al futuro del Euro. No obstante, considera que la principal causa de la actual crisis económica de la eurozona no es otra que la corrupta y despilfarradora gestión del gasto público que han desarrollado durante los últimos años determinados gobiernos.
En relación con el excelente análisis de Sorman, es factible añadir que la zona euro se ha quedado estancada debido a que la economía de algunos países gira en torno a un megaestado despilfarrador e insostenible que aborta el espíritu empresarial y la iniciativa privada y que, por el contrario, protege el clientelismo político y ampara la corrupción.
Este superestado, erróneamente apodado "del bienestar", se ha convertido en un elefantiásico y discrecional empleador que acoge en su seno a todos los miembros privilegiados del sistema (políticos y enchufados por los partidos políticos) y perjudica a los verdaderos valedores de la Administración (los funcionarios).
Igualmente, la política despilfarradora y corrupta basada en la concesión de subvenciones ha distorsionado la economía de algunos países de la zona euro, reduciendo la competitividad y disparando el déficit. Y en España, desgraciadamente, el nivel de politización administrativa, inseguridad jurídica, falta de libertad económica y corrupción se multiplica por 17.
De hecho, el gran hándicap de España es de origen político. Los gobiernos (tanto el anterior como el actual) gestionan nuestro país en función de los intereses de sus propios partidos y el sistema (conexión banca-Estado-partitocracia) mima a la banca, a las multinacionales y a la casta política y maltrata a las pymes y a los autónomos, que son el motor de nuestra economía.
El resultado de lo anterior no es otro que la aparición de una nueva oligarquía política (integrada, mayoritariamente, por políticos de escasísima formación), que en estrecha unión con la élite financiera ha invadido todas las esferas de la vida pública española corrompiendo nuestro Estado de Derecho. La quiebra de España se debe a que el bipartidismo corrupto tiene secuestrada a la justicia y, por ende, a la democracia. Por tanto, en nuestro país no existe la división de poderes.
Esperando un rescate de verdad
La casta ha creado un ecosistema político que deja desprotegido a todo aquel que no pertenezca al mismo. El máximo exponente del citado sistema lo representa el despilfarrador y corrupto Estado de las autonomías.
El BCE, en contra de la opinión del Bundesbank, activará un nuevo programa (denominado OMT) de compra de bonos soberanos en el mercado secundario con el objetivo de abaratar la financiación de nuestra deuda. Para ello, España deberá solicitar previamente el rescate y firmar un memorándum supervisado por el FMI. La UE ha supeditado la continuidad de la intervención del BCE al cumplimiento de los objetivos de déficit por parte de nuestro país.
Pero, ¿cuáles son las nuevas condiciones que exigirá la troika? ¿Más recortes, más impuestos, una rebaja de pensiones o una profunda reforma de la sobredimensionada estructura del Estado de las autonomías? El actual sistema político, causante de la bancarrota de España, es el tapón que nos impide crecer económicamente. ¿Nos salvará la troika?