
La demanda mundial de petróleo creció en 1,7 millones de barriles diarios el pasado año, un 1,8% más que el anterior. Esta tasa se sitúa por encima de la tasa media de los últimos diez años por tercer año consecutivo, según revela el informe anual BP Statistical Review of World Energy 2018.
China con 500.000 barriles y EEUU con 190.000, fueron los países con mayor aumento de la demanda. Aunque la cotización media del barril de Brent en 2017 subió 10 dólares respecto a 2016 -hasta los 54 dólares-, los bajos precios de este combustible, junto a los recortes en la producción por parte de los países de la OPEP, provocaron que el crecimiento de la producción mundial de petróleo aumentara en apenas 600.000 barriles diarios, siendo EEUU con 690.000 barriles y Libia con 440.000 los que más aumentaron su producción a nivel global, mientras que Arabia Saudí y Venezuela sufrieron el mayor declive, con una reducción en su producción de 450.000 y 280.000 barriles diarios, respectivamente.
Por otro lado, el rendimiento de las refinerías a nivel mundial aumentó en 1,6 millones de barriles diarios, especialmente impulsado por China, EEUU y Europa, mientras que el crecimiento de la capacidad global de refino fue de 600.000 barriles diarios, por debajo de la media por tercer año consecutivo, con China e India a la cabeza. Como resultado, la utilización de la refinería aumentó de 82,5 al 83,7%, su nivel más alto de los últimos nueve años.
La mayor parte del crecimiento global en la demanda de crudo lo siguen protagonizando economías en desarrollo
La demanda mundial de energía primaria creció un 2,2% en 2017 gracias a la recuperación del crecimiento económico de los países desarrollados y a una leve desaceleración en el ritmo de mejora en intensidad energética, lo que supone un 1,2% más que en 2016. El documento centra la atención en el aumento de las emisiones de carbono, la importante subida del consumo de gas natural y la tendencia al alza de las renovables.
La mayor parte del crecimiento global lo siguen protagonizando economías en desarrollo, como China e India, que representaron la mitad de este crecimiento. En este sentido, la demanda energética en India creció un 4,6%, mientras que la demanda china experimentó una importante subida del 3,1% gracias al repunte en la producción de algunos sectores más intensivos en energía y que le ha llevado a convertirse en el mercado de mayor crecimiento energético del mundo por decimoséptimo año consecutivo, con una cuota del 23,2% del consumo total.