
El consejo de administración de Endesa ha aprobado un nuevo plan estratégico para el periodo 2017-2019 en el que se prevé un incremento medio del dividendo del 6%. La eléctrica, tal y como ha informado a la CNMV, ha propuesto el pago de un dividendo a cuenta de 70 céntimos para el próximo 2 de enero y un pago mínimo de 1,32 euros para todo el ejercicio, pero la previsión es que esta cantidad acabe ascendiendo hasta los 1,37 euros por acción. Endesa lideró las subidas en el Ibex 35.
Este aumento supone un incremento del 8,7% frente a la cantidad prevista en un principio pero del 3,7% frente a la finalmente abonada en 2016.
Endesa paga un dividendo en 2016 de 1,32 euros, lo que supone un 5% más que lo anunciado en noviembre de 2015.
La eléctrica repartirá en total 6.000 millones en dividendos de los que Enel recibirá 4.000 milllones.
Previsión de beneficios
Endesa también ha dado a conocer su previsión de beneficios para el periodo que ascenderá a 4.600 millones. Según las cifras anunciadas para el ejercicio de 2017 la compañía espera alcanzar los 1.400 millones, lo que supone un 7,6% más respecto al anterior objetivo de 1.300 millones; en 2018 los 1.500 millones y en 2019 los 1.700 millones.
Para 2016 la eléctrica espera ganar 1.400 millones, lo que supone un 24% más que el año anterior.
La eléctrica, tal y como ya anunció su matriz Enel ayer, prevé invertir 1.000 millones más en el periodo 2016-2019 hasta alcanzar los 4.700 millones pero si se elimina el año en curso con inversiones por 1.000 millones, los restantes 3.700 millones se repartirán entre las renovables (500 millones), a la red de distribución (200 millones) y 300 millones a activos extrapeninsulares. Este aumento permite que la inversión destinada a crecimiento suba del 33 al 44% en Endesa, más de 2.000 millones.
Otros 1.000 millones irán a la actualización de las redes inteligentes y 800 millones a la digitalización (400 millones a contadores digitales, 200 millones a controle remotos, 100 millones al proyecto Simon de digitalización de alta tensión y otros 100 millones a las redes de alta tensión y media y su telegestión). por último habrá 60 millones para la factura electrónica y 10 millones para la industria 4.0.
El free Cash flow de Endesa se reducirá del objetivo de 3.800 millones del anterior plan a los 3.100 millones actuales pero la empresa generará un ebitda entre 2017 y 2019 de 10.600 millones.
Apuesta por renovables y nucleares
El nuevo plan de inversiones de Endesa contempla destinar 502 millones de euros a renovables. La previsión de la compañía es incorporar 300 MW hasta 2019 y podría añadir 100 MW adicionales en 2020, aunque el objetivo de la empresa es alcanzar los 500 MW para poder cumplir su objetivo de reducción de emisiones.
La empresa destinará también 500 millones al mantenimiento de las instalaciones nucleares. La idea de la compañía es que se siga aportando el 7% actual de la capacidad y que se amplíe la vida útil de las centrales hasta los 60 años. En el plan no se hace ninguna alusión al futuro de Garoña.
En lo que respecta al carbón, la eléctrica lo deja claro. El carbón nacional no interesa en las actuales condiciones y, por ese motivo, pretende ir cerrando las plantas hasta el año 2020. Su intención es parar la última instalación de carbón en 2035 pero aún así invertirá 300 millones (200 millones en Puentes y 100 millones en Litoral) para adaptar estas centrales a las distintas normativas ambientales y que puedan seguir operando.
Endesa también procederá a ordenar las plantas de las islas con el cierre de 31 grupos con una capacidad de 450 MW antes de 2021 y la reforma de otros 20 grupos en la que se invertirán 300 millones de euros, así como 100 millones adicionales para cumplir con la directiva de eficiencia energética.
La eléctrica además destinará 13 millones de euros a luchar por la vía legal contra el fraude. Pretende mejorar la eficiencia de sus redes de distribución para poder ingresar los 40 millones que la regulación otorga como premio a esta eficiencia y rebajar los tiempos de interrupción de suministro.
La eléctrica se ha fijado como objetivo crecer en la venta de gas en Francia, donde pretendía doblar su cuota y llegar en Portugal hasta una cuota del 6% del mercado al tiempo que duplicaba también la venta de electricidad. Para lograrlo, la compañía no descarta la posibilidad de realizar compras de carteras de clientes, como ya hiciera en España con Galp.
Endesa además tiene en el punto de mira la posibilidad de realizar operaciones porque puede alcanzar un nivel de endeudamiento superior. Para ello, la eléctrica también tiene en el radar los 6.500 MW de renovables que consideran que se pueden consolidar en España, así como posibles compras entre las 360 pequeñas distribuidoras eléctricas o empresas de servicios de valor añadido que pudieran mejorar sus ingresos.
Endesa además ha presentado una hoja de ruta para la descarbonizacion de la economía que fijará su senda de comportamiento.
Según las cuentas de la compañía, España necesitará 30.000 MW más de renovables en el año 2030 si se quiere cumplir con los objetivos comunitarios. Por ese motivo, la empresa apuesta por mantener tecnologías convencionales como método de transición tranquila mientras maduran tecnologías como el almacenamiento mediante baterías.
En el escanario que Endesa maneja para 2020, la punta de demanda volvería a los niveles precisis con 44.000 MW, pero la generación con renovables representaría el 56% y el carbón se habrá reducido a la mitad, apenas un 6%. Seguirán estables las centrales de gas (25%), nuclear (7%) y otras tecnologías (7%).
Endesa además se marca un objetivo de reducción de emisiones hasta 2050 mediante la incorporación de más renovables, que llegarían al 63% en 2030 (20 millones de toneladas de CO2 emitidas), el 75% en 2040 (10 millones de toneladas) y el 100 por cien en 2050 con cero emisiones.
El coste de esta transición energética lo cifra Endesa en una inversión anual de entre 9.400 y 11.000 millones de euros anuales. La lectiva calcula que la descarbonización requerirá hasta 2050 más de 300.000 millones.