Energía

Cepsa y Sonatrach se quedan con el control de Medgaz al vetar a Fluxys

  • Ejercen el derecho de tanteo sobre las acciones de Endesa e Iberdrola
  • Ambas empresas pagan más caros los títulos que vendieron a Gas Natural

Cepsa y Sonatrach se han quedado con el control de Medgaz, el gasoducto que une España a Argelia. Ambas compañías, controladas por los gobiernos de Abu Dhabi y de Argelia, han ejecutado el derecho de tanteo que tenían sobre las acciones de Iberdrola y de Endesa en este gasoducto.

La decisión de ambas compañías supone vetar la entrada de la belga Fluxys, que alcanzó un acuerdo de compra el pasado 28 de diciembre con las dos mayores eléctricas en España que querían salir del capital ante las negativas previsiones de la demanda energética.

Cepsa y Sonatrach han pagado por esta participación el mismo precio que se acordó con Fluxys, lo que hace que las eléctricas españolas hayan recibido la misma cantidad que preveían.

Fuentes de Iberdrola y de Endesa no quisieron ayer hacer comentarios sobre el asunto.

Una vez se acordó la venta de las eléctricas a Fluxys, Sonatrach tenía un plazo de 30 días para ejercer su derecho de tanteo, por tener una posición de control. Y es que si se llegase a ejecutar la venta a la compañía belga, España perdería el control del tubo, donde hasta el momento se sumaba la participación de Cepsa (20 por ciento), Iberdrola (20 por ciento) y Endesa (12 por ciento). En este sentido, el Gobierno ha mostrado su malestar a los socios por el hecho de que España cediera posiciones en este tubo, que ha sido considerado como una infraestructura estratégica, tanto en la Planificación de España como en la de la Unión Europea.

Una vez ejercido el derecho de veto, Sonatrach cuenta con 10 días para comunicárselo a la Comisión Nacional de la Energía. Fuentes conocedoras de la operación aseguran que ya se ha dado este paso.

Además de esto, como ahora tanto Cepsa como Sonatrach elevan su participación hasta un porcentaje considerable, deben pasar por la Función 14 del organismo regulador, esto es, el examen que se realiza sobre cambios en el accionariado de activos estratégicos para la seguridad del suministro. De hecho, la argelina ya tuvo que pasar por este trámite cuando elevó su participación del 20 al 36 por ciento, tras la salida de BP y Total.

Al tratarse de una participación significativa probablemente también deberá pasar el examen de la Comisión de Competencia.

Cabe destacar que Sonatrach había cedido posiciones al vender un 10 por ciento de su participación a Gas Natural Fenosa, a pesar de las reticencias de Endesa e Iberdrola a dar entrada a un competidor directo y con presencia en el gasoducto del Magreb. Estas compañías amenazaron con ejecutar su derecho de tanteo e incluso encargaron sendas valoraciones económicas y estratégicas de esta participación. Finalmente, dieron el visto bueno a la operación e incluso al traspaso de la deuda asociada a este paquete.

Diferente valoración

En estos cambios accionariales llama la atención la diferencia en los precios de venta. Así, Endesa e Iberdrola han recibido un precio más alto, que el que acordó Sonatrach con Gas Natural por cederle un 10 por ciento. En concreto, la gasista ha pagado 61,9 millones, lo que supone valorar el tubo en 600 millones, mientras que las eléctricas pactaron la venta de un 32 por ciento en conjunto por 233,5 millones de euros, lo que supone valorar esta infraestructura en 730 millones.

No obstante, Gas Natural ha asumido una parte de la deuda asociada a este 10 por ciento que estaba en manos de Sonatrach, cuyo importe no se ha hecho público.

Las compañías esperan cerrar estas operaciones en el primer semestre de este año, una vez obtenidas las autorizaciones necesarias para la sustitución del titular en las garantías otorgadas en relación a la financiación de Megdaz. El impacto en la cuenta de resultados de estas compañías se conocerá una vez efectuados los ajustes previos al cierre.

Se mantienen los contratos

A pesar de esta salida del accionariado, tanto Endesa como Iberdrola mantienen los contratos de gas asociados a sus ya exparticipaciones por un 32 por ciento. Estas compañías tienen suscritos acuerdos de suministro a largo plazo con grupos de diferentes países. El objetivo es continuar diversificando tanto los orígenes como los destinos de estos contratos para tener coberturas frente a circunstancias adversas.

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