
Almirall anunció ayer que su nuevo fármaco para el tratamiento de la queratosis actínica, una afección precancerígena que provoca manchas en la piel, escamas o costras, ha conseguido superar la última fase de ensayos. El tratamiento KX2-391 deberá ahora recibir la aprobación de las agencias sanitarias de Estados Unidos, Europa y Rusia, por lo que podría tardar todavía dos años en salir al mercado. La pomada será la primera de este tipo que se comercializa y la compañía española estima que tiene un mercado potencial de 250 millones de euros.
Almirall ha invertido 55 millones de dólares para que la farmacéutica norteamericana Athenex, especializada en tratamientos oncológicos, desarrollara el KX2-391, y abonará 65 millones más a esta firma cuando se lance el producto. El contrato prevé que Almirall pague a Athenex hasta 155 millones en función de las ventas del producto.
La queratosis actínica es una afección de la piel que se genera por la exposición a la luz ultravioleta y es el precáncer dermatológico más común, afectando a más de 55 millones de estadounidenses.