Empresas y finanzas

Grifols busca ahora curar el ébola: ya tiene la sangre de 500 supervivientes

  • La compañía recoge en Liberia donaciones de afectados para el fármaco

Los dueños de la farmacéutica catalana Grifols son conocidos como los vampiros de Sarriá, en alusión a su origen y al elemento que les ha hecho levantar una multinacional con ingresos de 4.300 millones: la sangre humana. Por eso, cuando en 2014 estalló la epidemia de ébola en África, por la transmisión de sangre infectada del virus, los Grifols sabían que tarde o temprano el laboratorio familiar tendría algo que decir.

Cuatro años más tarde -y después de numerosas trabas tanto de la Organización Mundial de la Salud como de la ONU a su proyecto- el laboratorio catalán ya tiene en marcha su idea: recoger sangre de supervivientes del ébola para crear un fármaco que contenga las resistencias a la enfermedad.

Para ello, el laboratorio se ha instalado ya en Monrovia, la capital de Liberia -uno de los países que estuvieron más afectados- y ha construido una clínica donde recoge las donaciones de sangre de las personas que han superado la enfermedad. De momento ya cuenta con la sangre de 500 supervivientes, según las cifras ofrecidas por la Fundación Probitas, la institución de Grifols encargada del proyecto.

Además, varios centenares de personas han sido ya consideradas aptas para la donación y hasta 140 donantes de sangre que han superado el ébola se han fidelizado al proyecto y acuden para donar sangre cada dos o tres semanas. El centro tiene capacidad para gestionar 84 donaciones a la semana, cifra equivalente a 42 litros de plasma.

"No es fácil obtener ese plasma en Liberia porque los donantes tienen otras enfermedades como sida o hepatitis y hemos tenido que hacer una labor previa importante" aseguró recientemente Víctor Grífols Roura, el presidente histórico de la compañía, ahora en la presidencia no ejecutiva. "Ahora ya tenemos plasma válido suficiente que enviaremos a EEUU para lo cual ya tenemos permiso y en unos meses se podrá llevar este plasma antiébola de vuelta a Liberia".

Y es que efectivamente Grifols ha construido también un centro especial en su fábrica de Carolina del Norte (EEUU) donde separará el plasma del resto de componentes de la sangre y de esta manera poder producir el producto deseado: inmunoglobulina antiébola.

Una inversión altruista

El laboratorio catalán asegura que hay evidencias científicas -de momento probadas en monos- que consideran viable el uso del plasma de convalecientes al ébola, ya que este contiene anticuerpos que realizan una función de terapia inmunológica para los pacientes, aún afectados. De momento, Grifols tiene previsto dedicar 10 millones a este proyecto al que no espera sacar ningún beneficio, ya que la compañía se ha comprometido a que tanto la clínica en Monrovia como el plasma antiébola serán donados al Gobierno de Liberia.

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