Empresas y finanzas

Siemens Gamesa convierte España en su centro eólico europeo

  • Espera lograr contratos por 1.500 millones el próximo año

Siemens Gamesa está adaptando sus fábricas y adquiriendo la infraestructura logística necesaria para servir alrededor de 1.500 MW eólicos en España durante el primer semestre del año que viene, vinculados a una inversión de unos 1.500 millones de euros. Se trata de un reto mayúsculo al que está destinando unos 40 millones. España se convertirá así en su hub para la eólica terrestre en Europa y África.

El Gobierno ha adjudicado 4.607 MW eólicos en las tres subastas para instalaciones de energía renovable celebradas en 2016 y 2017. La gran mayoría debe conectarse a las redes antes del 31 de diciembre de 2019 -so pena de perder avales millonarios-, lo que va a provocar un tremendo cuello de botella, sobre todo durante el año que viene, ya que muchos de los proyectos todavía están obteniendo los permisos para construirse.

Es tal la avalancha de instalación eólica que se avecina que en el sector se bromea con la capacidad de las fuerzas del orden para escoltar por las carreteras las enormes piezas de los aerogeneradores, tal y como ordena la normativa de tráfico: hacen falta unos cuatro recorridos por máquina, lo que exigirá más de 18.000 transportes especiales con policías nacionales y autonómicos, en ocasiones situados delante y detrás de los convoys.

Reto para las fábricas

Pero si el mero traslado de los molinos por la red viaria ya será complejo, para los fabricantes de equipos es un desafío de enormes proporciones, con la dificultad añadida de que llevan un quinquenio sin actividad en España: "es muy complejo dimensionarse industrialmente con los altibajos del mercado", comenta Enrique Pedrosa, consejero delegado de Siemens Gamesa para el negocio eólico terrestre en el sur de Europa y África.

La compañía hispanogermana, en función de los pedidos que está recibiendo, calcula que durante el primer semestre del año que viene, cuando se produzca el pico de actividad, tendrá que servir alrededor de 1.500 MW en España -un tercio de todo el mercado-, y está preparándose para que no haya retrasos.

Según sus estimaciones, la producción de nacelles -donde se ubica la turbina- va a subir un 50 por ciento, entre el 50 y el 75 por ciento en el caso de las palas, y más del 75 por ciento en el de las torres. Además espera que el 80 por ciento de los molinos que suministre sean el nuevo G-132, de 3 MW, y que prácticamente todos los equipos salgan de las factorías españolas y de la marroquí de Tánger. Si es necesario, importará equipos desde China.

La compañía, tanto para adaptar las plantas a la nueva máquina como para impulsar la producción, está invirtiendo en las factorías españolas -sobre todo las de Ágreda, Lerma y Aoiz-, donde este año recalarán 16 millones, frente a 10 millones en 2017. Y también está contratando trabajadores: el personal en fábrica va a crecer un 13 por ciento, más de 200 personas; salvo excepciones, no implantará un cuarto turno.

El 40% de las grúas de Europa

Además de la capacidad de fabricación, la firma dirigida por Markus Tacke ha desarrollado una estrategia con dos líneas de actuación para superar el desafío logístico del primer semestre de 2019, que incluye la reserva de 14 grúas, el 40 por ciento de todas las que hay en Europa con capacidad para montar los gigantescos aerogeneradores.

Por una parte construirá un almacén en el entorno de Navarra y Aragón -donde tiene la mayoría de los pedidos- con una superficie de 77.000 a 120.000 metros cuadrados para servir desde allí a los clientes, de modo que absorba los altibajos e incidencias de la fabricación y la instalación.

Por otra, con un criterio de flexibilidad, ha contratado cinco compañías de transportes especiales, frente a una sola anteriormente; 14 equipos de montaje, de siete subcontratas; las citadas grúas, cuya escasez es uno de los mayores escollos; y ha adquirido numeroso utillaje y material para el transporte, con una inversión superior a los 20 millones.

"Estamos invirtiendo unos 40 millones -dice Pedrosa- para atender la demanda y tener todo asegurado; luego lo aprovecharemos para convertir España en el hub eólico de Europa y África, pero preferiríamos un mercado más estable".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky