
Colin Kaepernick es una de las figuras más controvertidas del deporte estadounidense. El quarterback, anteriormente en los San Francisco 49ers, lleva un año sin equipo en la NFL, la liga de fútbol americano del país. Un adiós al deporte profesional que muchos (y él mismo) vinculan a su férrea denuncia contra la violencia racial y sus gestos contra el himno que le granjearon incluso la animadversión de Donald Trump....y que podría estar un poco más cerca de interrumpirse. Adidas puede darle el salvavidas que lleva reclamando a lo largo de la pretemporada.
Según informa el Washington Post, la compañía alemana estaría dispuesta a ficharle, un respaldo que llegaría después de un aislamiento evidente desde que en 2016 comenzase a erigirse en la cabeza más visible del mundo del deporte como denunciante de los abusos raciales que se dan en EEUU. De origen afroamericano y católico, Kaepernick hizo célebre su protesta ante el himno nacional que se escucha antes de cada partido en la NFL: arrodillado, negándose a cantar y escenificando su denuncia ante "un país que oprime a las personas de color".
Terminó la temporada 2016 y Kaepernick se quedó sin equipo, para estar en blanco todo el curso 2017 y enfrascarse en una lucha legal contra la NFL por un despido que relaciona con una venganza por su activismo y no con un declive deportivo. De cara a la NFL 2018, apenas contaba con interés de otras escuadras, pero la aparición de Adidas puede cambiarlo todo. La empresa solo pide una condición para ficharle: que tenga un equipo. Con su respaldo, la búsqueda, esta vez sí, puede ser exitosa.
Es el único requisito para dar luz verde a una operación que, para Adidas, supondría un golpe de efecto en EEUU para lanzarle a la vanguardia de la defensa de la igualdad racial. El encargado de la compañía para Norteamérica, Mark King, reconocía en el Arizona Central que "si los atletas son activistas de una manera que llama la atención sobre algo que mueve al mundo, estamos realmente interesados en esos atletas porque creo que representa al mundo de hoy".
A pesar de recalcar que Adidas no pretende fichar a Kaepernick por un "negocio de activismo", King insistió en la idea de acumular capital humano que aporte a la sociedad un extra, una implicación: "Amamos a los atletas que tienen una plataforma para hacer del mundo un lugar mejor (...) Si ficha por un equipo, definitivamente querríamos ficharle".
Poco importa la empresa alemana que la NFL tenga un acuerdo de exclusividad con Nike (competencia directa de Adidas) hasta 2028. Kaepernick se vería obligado a vestir para los rivales, al menos en los partidos....pero fuera del círculo de la NFL, podría vestir con una compañía que ya en 2015 trató de posicionarse en el mismo deporte como adalid de la lucha contra el racismo.
Contra las mascotas nativas
Adidas se ofreció en noviembre de 2015 a rediseñar, asumiendo todos los gastos, todos los uniformes de los equipos colegiales de fútbol americano de EEUU que estuviesen interesados en eliminar estereotipos étnicos de los nativos americanos presentes en las equipaciones.
La medida no se lanzó al azar, sino justo el mismo día en el que el por entonces presidente de EEUU, Barack Obama, se reunía con los líderes de las 567 tribus nativas reconocidas por el Estado. Manejando el 'timing', Adidas consiguió un revuelo que generó sensaciones opuestas: del halago del presidente (la calificó como una medida "creativa e inteligente") al rechazo dentro del mismo Washington por parte de los Redsinks de la NFL, que atacaron la supuesta "hipocresía" de una marca que vestía en ese momento a escuadras como Golden State Warriors (NBA), Cleveland Indians (MLB) o Chicago Blackhawks (NHL).
Así, Adidas se sumaba con un golpe de efecto a una ola que, poco a poco, ha ido calando del deporte de base hacia arriba (un estudio de 2013 establecía en unos 2.000 los equipos que mantenían mascotas nativas en sus equipaciones, algo condenado por las autoridades del baloncesto escolar desde 2005). Acabar con una práctica que puede perpetuar los estereotipos negativos de las antiguas tribus se incorporó como un objetivo de la empresa, que dos años y medio después, se involucra en un nuevo campo de batalla.