El fabricante de las míticas guitarras Gibson se enfrenta al vencimiento de más de 500 millones de dólares este verano. La salida del director financiero de la compañía, que llevaba menos de un año en el puesto, ha encendido las alarmas. Ha contratado al banco de inversión Jeffries para reestructurar su pasivo.
Gibson Brands tiene tres salidas, y ninguna es buena, ante el vencimiento de 375 millones de dólares de bonos seniors el próximo verano. Hasta ahora ha logrado pagar religiosamente los cupones desde 2013, pero en julio tendrá que devolver el principal a sus acreedores. La situación financiera de la compañía se complica todavía más con un préstamo bancario de 145 millones de dólares, vinculado a la emisión de bonos.
Según Moody's, sobre la mesa la empresa puede reestructurar su deuda para lo que ha contratado banco de inversión Jeffries, pero la firma advierte que puede no ser factible a un precio razonable, también puede optar por canjear deuda a cambio de ceder capital o directamente podría acogerse a la ley de bancarrotas para organizar su pasivo.
Hay muchas posibilidades de que los acreedores tomen parte del control de la empresa y pidan la salida del actual consejero delegado, Henry Juszkiewicz, informa Nashville Post. Los bonistas están cabreados por la falta de transparencia en las cuentas de Gibson y más cuando Blackstone será el posible compañero de viaje en las negociaciones. Una de sus filiales, GSO Capital Partners, concedió 130 millones de dólares el año pasado.
Ingresos de 1.000 millones de dólares
La compañía ha intentado obtener oxígeno con desinversiones. Obtuvo 6,4 millones de dólares con la venta del antiguo almacén de Baldwin Piano en The Gulch (Nashville). También está tratando de vender otro edificio cercano, según informa la prensa local. Aunque los ingresos obtenidos apenas lograrán aliviar la deuda.
El mítico fabricante de guitarras se ha chocado de frente con la crisis del retail y una gestión desafortunada que apostó por lanzarse a comprar compañías de comercio electrónico para intentar compensar la caída de ventas físicas. La estrategia no funcionó y terminó elevando su deuda hasta llegar a ser inviable.
La parte positiva es que la empresa cuenta con una sólida marca que le permite tener unos ingresos estables de más de 1.000 millones de dólares y poder devolver el total de su deuda en siete años, informó la compañía en su último pago de cupón.