Colonial puso en una bandeja de plata a Riofisa y se la ofreció a Mario Losantos. Lo curioso de este caso es que este empresario fue el dueño de la inmobiliaria especializada en centros comerciales y fue el que con sus mismas manos se la vendió a Luis Portillo, ex propietario de Colonial, por 2.000 millones de euros. Losantos podía volver a su antiguo hogar, si ponía encima de la mesa entre 600 y 800 millones, informaron a elEconomista fuentes del sector.
El empresario denegó la invitación, ya que está dedicado a otras actividades. Con las plusvalías que se embolsó con la venta de Riofisa, Losantos ha montado una sociedad denominada Allegra Holding, a través de la que invierte en energías renovables y en la compra de algún edificio para su posterior explotación en régimen de alquiler. Para ello, cuenta con un pequeño equipo, entre los que se hayan ex directivos de Riofisa. Un portavoz de este ejecutivo señaló a elEconomista que no ha mantenido ninguna reunión con Colonial para comprar de nuevo Riofisa. Y es que Losantos ha cerrado las puertas al pasado y mira más bien al futuro.
Pese a esta declinación, Colonial <:CAR.MC:> cuenta con ofertas preliminares de inversores para adquirir su filial de centros comerciales. Su siguiente pregunta será qué compromiso implica una oferta preliminar. Los interesados han analizado todos los detalles de la compañía y han ofrecido un precio. Ahora llegan las negociaciones y luego conseguir la financiación, que es el hueso de roer en todas las operaciones actuales del mercado.
Por lo tanto, todavía no hay ningún compromiso firme para la novia. Algunas de las candidatas han presentado propuestas por todo el capital de Riofisa, mientras que otras sólo por alguna división. Por esa razón, Colonial afirmó en su folleto de emisión de bonos que venderá toda o una parte de su filial de centros comerciales.
La idea inicial de la inmobiliaria era cerrar la compraventa a finales de diciembre, pero esa fecha se ha retrasado para finales de enero, aunque todo dependerá del tiempo que transcurra con las negociaciones. El único obstáculo que hay en esta carrera es que la inmobiliaria está obligada a cerrar el matrimonio de Riofisa en un plazo fijado con las entidades financieras acreedoras, con las que refinanció su deuda. Si no se vende la promotora de centros comerciales en el periodo fijado, Colonial incumpliría sus compromisos y podría llegar a declararse insolvente.
El dinero que consiga de esta operación lo destinará a reducir su pasivo. En un principio, Colonial esperaba recaudar entre 600 y 800 millones de euros con la venta, aunque esa cantidad puede ser inferior, ante la depreciación de los activos inmobiliarios que se registra en todo el mundo.