
Los españoles deberán armarse de paciencia para disfrutar de las prestaciones de los asistentes virtuales de Google y Amazon, las grandes estrellas tecnológicas de los países en los que se comercializan.
En el primero de los casos, los Google Home sólo pueden adquirirse en Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón y Reino Unido. Por su parte, los Amazon Echo están al alcance de un clic únicamente para los residentes en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.
Sobre España no hay noticias, ni se las espera a corto plazo. A las fronteras idiomáticas ajenas al inglés o al alemán se añaden las limitaciones de unos servicios que solo están habilitados en aquellos países donde se distribuyen este tipo de asistentes virtuales.
El hecho de que Google disponga de su asistente de voz en los smartphones Android permite presuponer que no debería tardar mucho en dar el salto a los asistentes virtuales. Aunque en ese proceso también se tienen en cuenta otras variables, como la relevancia del mercado español respecto a otros, la existencia de partners en el país o la disponibilidad de los recursos para estos mercados, según ha podido saber elEconomista.
En espera de que España acceda a la Primera División mundial de este producto, Amazon y Google han logrado con sus asistentes voz lo que parecía impensable hace sólo unos meses: crear una nueva necesidad tecnológica. Estos dispositivos, cuyos precios rondan los 200 euros, utilizan los últimos avances en inteligencia artificial para ponerla al servicio del hogar y facilitar decenas de rutinas y actividades a los usuarios.
Atractivo comercial
A grandes rasgos, estos altavoces inalámbricos conectados a la inteligencia de la Red y que obedecen las instrucciones orales se han convertido en la revelación del momento. Los dispositivos Amazon Echo y Google Home disfrutan de un predicamento en el mercado que para sí lo hubieran querido los smartphones o las tabletas en sus primeros años.
Por el camino han quedado otros equipos que se las prometían muy felices -como las gafas inteligentes-, y que por ahora apenas han salido de los laboratorios. No es el caso de los asistentes de voz que ya lo disfrutan cerca de 40 millones de estadounidenses, uno de cada ocho habitantes de aquel país, según datos de NPR y Edison Research.
Según datos de Edison Research, los adultos estadounidenses ya utilizan este tipo de gadgets para escuchar su música, conocer las noticias el día, averiguar la previsión meteorológica, solicitar un Cabify o encargar la pizza, por ejemplo. También se emplea este aparato para resolver aquellas cuestiones que generalmente resuelve el buscador de Google, además de comprar entradas, reproducir la serie favorita de Netflix o adquirir cualquier artículo de Amazon. Con la integración de otros dispositivos, estos equipos permiten realizar llamadas de teléfono o cualquier otra función que sea capaz de realizar un smartphone.
Poco a poco, los asistentes virtuales aumentan sus galones para gestionar otros dispositivos conectados del hogar y que ya se han acomodado en los salones en más de la mitad de las viviendas, frente al 21% que los ubica en la cocina o el 19% en el dormitorio principal. "Cuanto más se usa, más se quiere usar", explican los observadores ya familiarizados con el prodigio. Así, el 65% de los usuarios de estos asistentes asegura que no podría prescindir de esta tecnología una vez probado. Fuentes del mercado apuntan que Apple se podría sumar a la fiesta a lo largo de este año con su propio modelo. Y lo mismo sucederá con Microsoft o Samsung, también con ganas de rivalizar en tan joven negocio con Amazon y Google.
En cuanto se derriben las barreras idiomáticas, la proliferación de estos gadgets promete ser espectacular en España. Los hábitos de consumo tecnológico de los ciudadanos de los EEUU no difieren mucho de los europeos. Gartner estima que el 75% de los hogares estadounidenses contará con estos asistentes en 2023, mientras que ComScore prevé que el 50% de todas las búsquedas realizadas en 2020 se gestionarán con la voz.
En la reciente feria tecnológica del CES también se apuntó que las ventas de los asistentes virtuales crecieron el 279 por ciento en año (algo poco relevante cuando se trata de un producto tan joven), y para este año se prevén repuntes del 60%.
Entre las prestaciones más exitosas de los nuevos asistentes destacar la posibilidad de mantener diálogos coherentes con máquinas capaces de aprender -con el uso- nuevas palabras y expresiones. Además, un reciente estudio de CapGemini indica que los consumidores que ahora utilizan esta tecnología realizan un 3% de sus compras a través de ella. Este porcentaje se triplicará hasta el 18% sólo en el plazo de tres años.