Empresas y finanzas

China amenaza el liderazgo en América Latina de las constructoras españolas

  • Las firmas del gigante asiático recortan la distancia a solo 1.000 millones

China es ya más que una amenaza para el dominio de las constructoras españolas en América Latina. La facilidad para financiar obras con que cuentan las empresas del gigante asiático, muchas de ellas públicas, explica gran parte de su vertiginoso crecimiento internacional. Y en Latinoamérica y Caribe, donde algunas economías encallaron en el último año y la actividad se limitó en más de 20.000 millones de dólares, no han sido menos. Generaron 7.703 millones de dólares (6.500 millones de euros) en 2016, después de elevar la cifra un 2,5% con respecto al ejercicio anterior. Un avance que contrasta con el 37,3% que cayeron los ingresos de las españolas, hasta los 8.914 millones de dólares (7.500 millones de euros).

La distancia entre las constructoras españolas y las chinas en Latinoamérica, por tanto, aún es de alrededor de 1.000 millones de euros, pero se hace menor si se repasa la evolución de los últimos años. En 2015, esa diferencia era de cerca de 7.000 millones, lo que suponía que las españolas prácticamente doblaban a las chinas; en 2011 facturaban casi cuatro veces más y en 2004, la proporción era de 16 a uno.

La caída de la cifra de negocios de las ACS, OHL, Sacyr y compañía en Latinoamérica se explica, por un lado, por el recorte generalizado en la región (de los 54.720 millones de dólares de 2015 se ha pasado a 33.754 millones de dólares en 2016) y, más específicamente, por las crisis que han sufrido empresas como Abengoa -su filial Abeinsa figuraba solo un año antes en el tercer puesto de las firmas más potentes- e Isolux Corsán -décimo puesto en 2015-.

Pese al ajuste, las constructoras españolas han resistido mejor el envite que las firmas de países como Estados Unidos (-55,5%) y Corea del Sur (-48,8%). Capítulo aparte merece Brasil, que se ha visto fuertemente golpeado por la crisis de la que hasta el año pasado era la mayor compañía de América Latina, Odebrecht. Los ingresos de las firmas cariocas en la región se contrajeron nada menos que el 78,1%, al pasar de 13.408 millones de dólares a 2.929 millones.

En este escenario, incluso, las empresas españolas ganaron cuota y alcanzaron un peso sobre los ingresos totales del 26,4% (26% en 2015). Las constructoras chinas, por su parte, elevaron este porcentaje del 13,7 al 22,8%. Tras ellas se sitúan, a gran distancia, las brasileñas (8,7%), las francesas (8,5%), las estadounidenses (8,2%), las italianas (8,1%) y las coreanas (5,8%).

La crisis de Odebrecht ha propiciado que ACS se haya aupado hasta la primera posición de las constructoras interancionales en Latinoamérica y Caribe. Lidera un ranking en el que ahora la secunda la compañía brasileña, y la francesa Technip. OHL, por su parte, mejora un puesto con respecto a 2015 y ya es cuarta, con una destacada presencia en países como México, Colombia y Chile.

Entre las diez primeras constructoras en la región emerge Sacyr, que se sitúa en el noveno puesto. La firma que preside Manuel Manrique destaca en Colombia, Chile y Panamá, donde el año pasado finalizó el tercer juego de esclusas del Canal. Salen del ranking Isolux y Abengoa, así como la estadounidense Bechtel, y entran grupos chinos y la francesa Vinci.

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