Empresas y finanzas

El laudo de El Prat abre la puerta a alzas generalizadas en los aeropuertos

  • Marcos Peña reconoce una subida de 200 euros y UGT pide la del secto
  • El dictamen rebaja la propuesta de la Generalitat: Eulen mantiene la huelga

El laudo obligatorio de El Prat marca un punto de partida en la negociación colectiva y abre la puerta a subidas generalizadas en la seguridad privada de los centros estratégicos estatales. El árbitro del conflicto laboral de Eulen, Marcos Peña, ha reconocido expresamente que los nuevos trabajadores de los filtros de seguridad del aeropuerto catalán (aquellos que no reciben ningún plus) deben cobrar 200 euros más al mes, lo que implica una subida del 18%.

El complemento salarial impuesto por el también presidente del Consejo Económico Social (CES) da un espaldarazo a los sindicatos, que llevan meses denunciando la precarización del sector y reclamando mejoras en las retribuciones, la calidad del trabajo y la formación. Por ello, con el laudo obligatorio en la mano, los representantes de los trabajadores no van a dudar en exigir al Gobierno y a la patronal que, como mínimo, las mejoras impuestas en el aeropuerto catalán se extiendan al resto de la red de Aena y demás instalaciones de alto riesgo cuya contratación depende del Estado: centrales eléctricas, nucleares, estaciones de tren, instalaciones de Renfe y otra serie de infraestructuras críticas.

"UGT exigirá tanto en la negociación colectiva como en la mesa global de trabajo equiparar criterios y establecer compensaciones económicas igualitarias para todos los vigilantes que presten servicios de alto riesgo y cuya contratación dependa de las Administraciones Públicas", aseguró Diego Giráldez, secretario del sindicato Sectorial de Seguridad de UGT, en declaraciones a este diario. Y es que, según explican desde las centrales de los trabajadores, "el conflicto de El Prat habría que haberlo asumido desde un primer momento como un problema general. La precariedad laboral en el sector debe tener un enfoque global para no hacer vigilantes de primera y de segunda".

Así, los representantes sindicales van a aprovechar la mesa de trabajo con el Gobierno y la patronal que se inaugurará en menos de 10 días para plantear estas subidas y mejoras que tendrán que tener un reflejo en las licitaciones del Ejecutivo y los criterios de selección de las empresas adjudicatarias para asegurarse que todas las empresas cumplen con el convenio colectivo estatal y que los presupuestos cubren al menos los salarios mínimos recogidos en el mismo.

Aunque el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, no ha querido entrar a valorar si el laudo obligatorio marca un punto de partida en la negociación sectorial, lo cierto es que será difícil que los trabajadores de la seguridad acepten cualquier medida que les deje por debajo de las condiciones dictadas para el colectivo de El Prat, tal y como ya han dejado patente los sindicatos. No en vano, los representantes de los trabajadores amenazaron con extender el conflicto por toda la red de aeropuertos y todo el sector de la seguridad privada si no se establecía una mesa global para fijar mejoras generales.

Lo que sí quiso dejar claro el ministro de Fomento es que el laudo "no es la manera de solucionar los conflictos laborales", que se deben "tratar en las mesas de negociación colectiva". Así, insistió en que el arbitraje ha sido "una medida extraordinaria" y espera que las demandas del resto del sector se resuelvan con pactos y se garantice "la paz social". En esta línea, De la Serna concretó que en la mesa de trabajo global, que se reunirá en breve, estarán presentes miembros de Fomento, Empleo, Interior y Hacienda.

Peores condiciones

El laudo dictado ayer pone un punto y aparte al conflicto de El Prat, ya que la plantilla de Eulen mantiene la convocatoria de huelga para el viernes 8 de septiembre y ya ha denunciado el arbitraje ante el Supremo. Un proceso en el que no estarán solos, pues CCOO ha anunciado que está estudiando llevar ante la Justicia ordinaria el laudo por "violar el derecho a la huelga de los trabajadores".

Las condiciones recogidas en el laudo están en línea con la propuesta de la Generalitat, que fue rechazada por los trabajadores, aunque es peor en la parte económica. Y es que, a pesar de que también reconoce el alza de 200 euros al mes en 12 pagas, vincula la subida al convenio colectivo. Es decir, que los 200 euros absorberán cualquier subida que se pacte en la negociación sectorial y no se sumará, como se establecía en la mediación. Así, si el convenio fija un alza de 250 euros al mes, en El Prat sólo cobrarán 50 euros más y no 450 euros, que es lo que hubiera pasado de haber aceptado la primera propuesta. El ministro de Fomento justifica esta medida en que así los trabajadores de Eulen en El Prat no estarán sistemáticamente en una posición privilegiada. A su vez, la propuesta especifica que el complemento absorbe a los que ya paga la empresa por lo que no es una subida lineal.

En cuanto al complemento por radioscopia, el árbitro ha vinculado su pago a la resolución del conflicto legal abierto y ha establecido que todos los trabajadores deben recibir formación para ocupar ese puesto. El laudo también establece un refuerzo de la plantilla similar al de la Generalitat: cinco guardias por filtro en temporada alta (ahora hay cuatro) y un equipo de 25 personas como correturno. Esta medida implica contratar a unas 75 personas. Eulen ya ha anunciado que asume el laudo, cuya vigencia se marca a partir del 4 de agosto.

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