La aseguradora estadounidense, que vio incrementado el rescate por parte del Gobierno hasta los 150.000 millones de dólares y que registró pérdidas récord de 24.470 millones de dólares en el tercer trimestre del año, no tuvo problemas en gastar 343.000 dólares en organizar un seminario para ejecutivos y asesores financieros en un lujoso y exclusivo resort en Phoenix (Arizona) durante el pasado fin de semana, según informa la cadena de televisión estadounidense 'ABC'. Y no es la primera vez desde que explotó la crisis.
La aseguradora estadounidense rescatada por el Gobierno ha vuelto a protagonizar un escándalo financiero. Después de la polémica 'escapada' de fin de semana que se regalaron algunos de sus directivos y que se saldó con una factura de 440.000 dólares, la compañía ha vuelto a las andadas.
Esta vez, la excusa ha sido un congreso celebrado en la localidad estadounidense de Phoenix, pero no en un lugar cualquiera, sino en un lujoso y exclusivo resort. Por su estancia allí, AIG ha desembolsado nada menos que 343.000 dólares, sólo unos días antes de que el Tesoro anunciase que iba a ampliar el crédito concedido a la firma.
Total discreción
Según indica la web de la cadena estadounidense ABC, personal del hotel explicó que el encuentro tenía que producirse en medio de una total discreción. "AIG realizaba verdaderos esfuerzos por ocultar la reunión, asegurándose de que no hubiera logos o cualquier otro signo de la empresa en todas las instalaciones", explica uno de los empleados. "Ni siquiera podíamos pronunciar la palabra AIG", añade.
Por su parte, un portavoz de la aseguradora confirmó que AIG había dado instrucciones a los empleados del resort para garantizar que no hubiera presencia de logotipos ni menciones a la empresa.
Actos para que "el negocio funcione"
"Estamos intentanto evitar conflictos y mantener un perfil bajo", dijo el portavoz de la compañía, que apuntó que algunos empleados de la aseguradora se habían sentido "acosados".
Además, desde AIG se hizo hincapié en que la convención celebrada en Phoenix era para asesores financieros independientes y constituye "el tipo de cosas que hay que hacer para que el negocio funcione".
No es la primera vez que AIG se ve envuelta en un hecho de este tipo, puesto que apenas una semana después de que el Gobierno autorizara el rescate de la compañía algunos ejecutivos de AIG pudieron disfrutar de unos días de vacaciones en un balneario de lujo en California a costa de la entidad, que pagó 440.000 dólares por estas jornadas de descanso de sus ejecutivos (350.686 euros).
