
El balance del primer mes de la guerra de la estiba ha dejado en España dos claros perdedores, Valencia y Algeciras, y dos claros vencedores: Barcelona y Málaga. Las huelgas encubiertas de los estibadores han lastrado entre un 30 y un 35% la productividad del puerto valenciano y del algecireño obligando a las navieras a elegir otros destinos vecinos para cargar y descargar sus mercancías, lo que se ha traducido en un descenso del 20% de la actividad en ambos destinos. En concreto, Valencia ha perdido unos 50.000 contenedores en total y 2,5 millones de euros al día por los paros encubiertos y Algeciras ha sufrido la transferencia permanente de tres servicios a otros puertos y la fuga de 70.000 contenedores medidos en TEUS. Las pérdidas del puerto algecireño también rondan los 2,5 millones de euros diarios, lo que en total sumaría unos 105 millones de números rojos. En este punto, Maersk, el principal operador de Algeciras, ha advertido que si siguen los conflictos, el puerto perderá 700.000 movimiento de los 2,5 millones previstos para 2017.
Pero la actividad de estos puertos no se ha ido muy lejos ya que, aunque los estibadores valencianos o del sur de la Península no han estado dispuestos a recibir la mercancía, los de Barcelona y Málaga sí que se han mostrado dispuestos a ellos. Así, mientras la llegada de mercancías ha caído en dos puertos de España ha subido en otros vecinos.
"Barcelona ha cerrado un febrero de récord gracias a la huelga de Valencia ya que muchos de los buques que se han desviado del puerto han ido al de la Ciudad Condal", explican fuentes cercanas a Puertos. En este punto, fuentes empresariales han asegurado que siempre que baja Valencia, sube Barcelona. Por ejemplo, en marzo y abril de 2016 el puerto valenciano sufrió otra oleada de paros por la negociación de los convenios colectivos que ralentizó la productividad y la actividad. En esos dos meses, mientras el tráfico de TEUs (contenedores) cayó un 1,4% en Valencia, se disparó un 9,5% en Barcelona. No hay que olvidar que 2016 ha sido un año de récord en el paso de mercancías por los puertos españoles tras superar los 500 millones de toneladas.
En este punto, desde Barcelona aseguran que se ha notado un aumento en la afluencia de buques y de actividad en el últimos mes aunque no facilitan datos oficiales. A su vez, a la llegada de los buques desde Valencia se suma que empresas como Seat han acelerado la importación de piezas y la exportación de vehículos para prepararse ante las amenazas de huelgas, que todavía no se han hecho realidad.
Los datos publicados en un informe de Fomento "se han producido desvíos de 17 buques desde el puerto de Valencia y 25 en el puerto de Algeciras a otros puertos y uno que estaba previsto en el puerto de Tarragona se derivaría a Lisboa". En este punto, otro buque con destino a Tarragona, donde se quemó una grúa muy al principio del conflictos se desvió a Barcelona, tal y como informan fuentes cercanas a los puertos. Además de a la Ciudad Condal, las navieras que operan en Valencia, que ya están cambiando sus rutas desde destino por la desconfianza de los clientes, han llevado sus barcos a Sines (Portugal), Giogia Turia (Italia) y Marsella (Francia).
Por su parte, Maersk ha desviado muchos de sus buques a Tánger, donde también tiene una terminal y algunos a Málaga, donde opera otra. El riesgo de esta situación es que los desvíos temporales se conviertan el definitivos lastrando las economías regionales y la viabilidad de los puertos. Una situación que pone el peligro el trabajo de los estibadores.
Así, Sevasa ha criticado que la huelga se haya concentrado en Valencia, mientras en el Norte de España "hay normalidad".