
España, un país deficitario en el consumo de productos pesqueros, es el Estado de la Unión Europea que más panga importó y consumió en 2015, según los datos de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La mayoría de este polémico pescado, que Carrefour ha retirado ahora de todas sus tiendas por problemas medioambientales, procede de las aguas de Vietnam, donde tan sólo en 2015 se compraron a distintas granjas, presuntamente sin las suficientes garantías sanitarias, un total de 23.179 toneladas por un valor de 47,6 millones de euros.
Supone un 20% de todo el panga que importó en conjunto la Unión Europea, por un importe de 110.857 toneladas. Al margen de Vietnam, el panga se produce también en Indonesia, Tailandia, Bangladesh y Birmania, pero su venta a España y al resto de Europa es mucho más limitada.
En nuestro país, el consumo de pescado barato no ha parado de crecer a raíz de la crisis económica que se inició en 2008 y el panga, que se vende fileteado o congelado, es uno de los mejores ejemplos. De acuerdo con la FAO, en el último año su consumo, en cualquier caso, parece que se está ralentizando por primera vez en los últimos años.
En España, donde no se cría este pescado, ha entrado "con fuerza", según el gerente de la Asociación Empresarial de Acuicultura (Apromar), Javier Ojeda, debido a su bajo precio y a que "tiene mucho éxito entre los niños, porque llega sin espinas" y porque no tiene un sabor "muy intenso".
Para el principal representante de los acuicultores, "el producto no tiene ningún riesgo para la salud", aunque Ojeda admite que es "una porquería", debido a las técnicas de producción que se utilizan en Vietnam y "no se pueden comparar con las que se emplean en España en la acuicultura". "No hay ningún control y las granjas se están degradando a pasos agigantados", asegura.
Los colegios, a debate
Al margen de Carrefour, tras las demanda de la Confederación Española de Padres de Alumnos (Ceapa) y la cada vez mayor presión social, el grupo Serunion, que se encarga de la comida diaria de 2.100 colegios de todas las comunidades autónomas (más del 80% públicos), se ha visto también obligado a retirar el panga de los menús. En gran parte de las autonomías, no obstante, se acordó "hace ya tiempo", porque los pliegos de los concursos así lo exigen, y en el resto, "que son casos residuales", se retira ahora, según la compañía.
La Ceapa no considera sin embargo que sea suficiente y asegura que una decisión como la adoptada por las multinacionales de la alimentación "no es habitual" y se debe a muchas más razones que las esgrimidas. Por ello, "en defensa del derecho a una alimentación sana y saludable de los menores", la organización exige que se prohíba, de forma urgente, el uso en los comedores escolares de toda España del panga, la tilapia y otros pescados similares por el impacto de las granjas en el medio ambiente.
No obstante, y pese a las dudas sobre su calidad, desde el Ministerio de Sanidad se insiste en que, hasta el momento, España no ha recibido ninguna alerta sanitaria ni alimentaria en relación al panga. Fuentes del departamento de Dolors Montserrat explican, de hecho, que el producto cumple todos los requisitos que exige la Comisión Europea cuando llega a los puntos de inspección fronterizos, donde se tiene que certificar que la mercancía está correcta.
En cualquier caso, más allá de los posibles problemas sanitarios, la FAO advierte de que el fuerte incremento en la producción de panga en Vietnam está provocando un cambio del uso del suelo en las inmediaciones del río Mekong, con una amenaza de la deforestación y contaminación medioambiental producida por piensos y medicamentos que se usan en las piscifactorías, que hacen temer una crisis ecológica sin precedentes en el país.
El responsable del Programa Marino de la organización ecologista WWF en España, José Luis García Varas, ha asegurado, por su parte, que su organización recomienda a los consumidores de panga que incorpore siempre el certificado ASC, que acredita que un pescado de acuicultura se ha criado de forma respetuosa con el medio ambiente.
WWF considera que este sello acredita que la especie ha seguido un proceso de evaluación que da garantías, según García Varas, quien ha añadido que, incluso dentro de la producción vietnamita, un 20% cuenta con esa trazabilidad. En España, de hecho, es posible encontrar panga con ese certificado. Greenpeace no incluye al panga en su lista roja de especies pesqueras, pero en varios informes ha resaltado el impacto de su cría sobre la biodiversidad en Vietnam, por los problemas de contaminación.