
Aeceriber, la Asociación Española de Criadores del Cerdo Ibérico, que tiene encomendado en España la vigilancia y acreditación de la raza ibérica del porcino, ha registrado desde 2013 un total de 329.903 hembras sin garantizar su pureza. Y eso sobre un total de 400.000 que conforman la totalidad del censo de madres reproductoras, de acuerdo con los datos del Ministerio de Agricultura a 31 de diciembre de 2015.
Ciudadanos, a través del diputado Toni Cantó, ha presentado una batería de 23 preguntas en el Congreso denunciando un posible fraude en la venta del jamón ibérico porque, según dice, las acreditaciones de los animales se están haciendo de forma visual. Ante ello, Aeceriber ha emitido un comunicado en el que admite que "la raza porcina ibérica no garantiza en ningún caso una pureza racial al 100%".
La asociación administra en exclusiva el libro de la raza pura ibérica y en sus estatutos se apunta con claridad que su finalidad es garantizar "la pureza racial de los reproductores inscritos en el Libro Genealógico y su descendencia".
Lo que dice la normativa
Ese libro genealógico consta de dos secciones: una principal y otra anexa. En la primera, de acuerdo con la nueva reglamentación sectorial, se deben registrar los animales con una genealogía conocida -dos generaciones de ascendientes como mínimo- para la elaboración de productos etiquetados como 100% ibéricos. En este caso, en principio, no existe así ningún tipo de conflicto y la pureza racial está garantizada.
El problema está en la otra sección, la anexa, que entró en vigor en 2008, porque permite la incorporación de hembras con genealogía desconocida, o que no fueron registradas en su momento pero que, en teoría, cumplirían, de acuerdo con las inspecciones visuales, un prototipo racial. Esto chocaría con la ordenamiento jurídico de Bruselas que exige que en todos libros genealógicos de las razas ganaderas domésticas se deben mencionar los ascendiente de los animales registrados.
Aeceriber admite en su comunicado que "las hembras incorporadas al Libro Genealógico en el registro auxiliar se consideran exclusivamente como animales de raza, y en ningún caso hembras 100% ibéricas o hembras de raza pura".
Y eso es algo que, según fuentes próximas a Ciudadanos, "pone en tela de juicio el actual modelo productivo", teniendo en cuenta que la norma de calidad del ibérico deja claro que las madres reproductoras tienen que ser 100% ibéricas y figurar además inscritas en el registro censal, cuando van a ser cruzadas con cerdos de la raza norteamericana duroc, para la elaboración de productos etiquetados como 75 o 50% ibéricos.
"Al no poder garantizar que las hembras son 100% ibéricas, tampoco se pueden acreditar los porcentajes declarados tras el cruce en los productos ibéricos de un 75 o un 50%", aseguran estas fuentes. Los jamones 100% ibéricos se venden con una brida negra y los de cruce, tanto el de 75 como el de 50%, siempre de bellota, llevan una roja. La blanca queda para el cebo tanto el puro como el cruce. Desde Ciudadanos denuncian ahora que lo que está en juego es el desmoramiento de lo que se conoce como el pata negra.
Vaivenes raciales
"Estos impunes vaivenes raciales destapan sin tapujos la avanzada degradación y descomposición en la que se encuentra sumido el sector, y no hacen más que acentuar y aumentar el desprestigio y el descredito de los deficientes y viciados protocolos que aúna el proceso de calificación racial, además de evidenciar la endémica y perpetuada falsedad de la pureza racial dispensada a las hembras testadas, tipificadas, certificadas y consideradas como 100% ibéricas a ojo", aseguran fuentes próximas a la formación. El partido que lidera Albert Rivera señala en su denuncia que este procedimiento tiene una "nula fiabilidad científica y abre la puerta a la trasferencia y propagación, a gran escala, de material genético contaminante de otras razas porcinas a los ejemplares de la raza ibérica".
Aeceriber defiende, sin embargo, la validez del actual sistema de calificación de este tipo de animales. En su opinión, "la utilización de técnicas de genética molecular (el análisis del ADN) no es estrictamente necesario) en la incorporación de hembras" en esa sección anexa, "ya que los genes de cada raza se expresan en la conformación de los individuos y son detectables a simple vista por personal especializado".
En 2012 esta asociación decía sin embargo en otro comunicado que "debido a los cruzamientos indiscriminados de la raza ibérica y la duroc, los caracteres morfológicos de los ejemplares alumbrados en algunos casos se ocultan y podrían no apreciarse a simple vista, razón por la cual la aplicación de técnicas de genética molecular sobre los animales pertenecientes al Libro Genealógico de la raza es una obligación de cara a la veracidad del mismo".