
La decisión del Gobierno de subir un 2,5% el impuesto específico del tabaco ha provocado la mayor subida de precios en los últimos tres años. La norteamericana Philip Morris está ultimando un incremento del precio de todas sus marcas en diez céntimos, según han confirmado fuentes del sector.
La compañía habría notificado ya al Comisionado del Mercado de Tabacos (CMT) la subida, que será efectiva en cuanto sea publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La cajetilla de Marlboro pasará así de costar 4,85 a 4,95 euros;el precio de Chesterfield sube de 4,55 a 4,65 euros y el L&M de 4,35 a 4,45 euros.
En el mercado se da ya por hecho que está no será la única subida y que el resto del sector prepara también incrementos similares. Japan Tobacco International (JTI), la dueña de Camel y de Winston, está vendiendo estas dos marcas a 4,55 y 4,45 euros, respectivamente.
Al igual que ocurre con las principales enseñas de Philip Morris, están posicionadas en un segmento superior al que venden Altadis o BAT, que comercializan en cada caso Fortuna y Lucky Strike a un precio de 4,45, aunque con variantes que pueden situarse entre 4,1 y 4,2 euros. En el sector se da por hecho que no habrá guerra de precios y que todos subirán en la misma proporción.
En España hay actualmente varias tasas que gravan el precio del tabaco. Al margen del IVA, hay otras dos tasas más. Por un lado está el impuesto específico, que es el que sube ahora, y por el otro, el ad valorem, que equivale al 41,5% del importe de venta. No obstante, para impedir que se puedan comercializar marcas a bajo precio se ha establecido también un sistema de impuestos mínimos.
Philip Morris es el líder del mercado español. La compañía explica en sus últimas cuentas que ha conseguido una cuota de mercado del 33,4% al cierre de 2015, lo que supone 1,3 puntos porcentuales más con respecto al año anterior. Según la compañía, el liderazgo se ha consolidado "por el extraordinario comportamiento de nuestro buque insignia Marlboro", gracias tanto a sus variantes de precios más bajos como a las más caras, que han mantenido el diferencial con las marcas más baratas del mercado.