El Santander busca estrechar la relación con clientes y mejorar sus ingresos con un endurecimiento de la 'Cuenta 123', contratada actualmente por 2,5 millones de usuarios. A partir del 12 de febrero, exigirá que tengan y den uso a una tarjeta de crédito para continuar beneficiándose de sus ventajas: ofrece una remuneración de hasta el 3 por ciento por el ahorro, descuentos de hasta el 3 por ciento en los recibos y acciones gratuitas del banco por cada nueva contratación de productos.
La inclusión de este medio de pago conlleva una comisión de tres euros al mes -36 euros años- a sumar a los que devenga la tarjeta '123', lo que en la práctica supone duplicar la recaudación por comisiones asociada. Para mantener las ventajas del producto estrella del banco exigirá que la utilicen además, al menos, una vez al trimestre para sufragar las compras en establecimientos.
La racionalidad económica de este movimiento es que la tarifa que soportan las tiendas por aceptar un medio de pago de crédito es superior a las que abona si el plástico es de la modalidad de débito. Por ejemplo y, de acuerdo a las tarifas medias de su filial de TPV's, el Santander Elavon repercute un 0,2168 por ciento de promedio en grandes empresas de distribución sobre el importe de la compra cuando es débito, frente al 0,459 asociado si se utiliza un plástico de la modalidad de crédito. En otros establecimientos, como supermercados, gasolineras o autopistas, la diferencia es muy inferior y casi inapreciable en ciertos casos, aunque siempre algo mayor cuando la compra se hace con la tarjeta de crédito. Esto es así porque la propia ley fija tasas de intercambio superiores en crédito -del 0,3 por ciento frente al 0,2 establecido para el débito-.
El banco, defensor a ultranza de aplicar comisiones en productos y servicios que aporten valor al cliente, incluye esta condición en el marco también de una adaptación al escenario de tipos a ras del suelo. Con el euribor en terreno negativo, la 'Cuenta 123' presenta una de las remuneraciones más altas, si no la más elevada, del mercado por cuanto ofrece entre el 1 y 3 por ciento por hasta 15.000 euros en ahorro, además de descuentos en facturas, seguros e, incluso, impuestos.
A los clientes que no les interese la tarjeta de crédito pueden migrar sus posiciones a las cuentas 'Día a Día' o 'Clásica', con retribuciones y ventajas inferiores.
Para animar la contratación, la tarjeta de crédito -que ya cobraba 3 euros al mes a los clientes que la tenían- amplía el abanico de uso: el titular tendrá acceso al tiempo a plásticos a crédito, a débito y revolving; y aquellas expedidas bajo la marca Mastercard podrán ser utilizadas en todos los dispositivos móviles de Apple. A pesar de la denominación de 'crédito', este tipo de medio de pago no carga tipo de interés si el abono se carga de inmediato en la cuenta o a fin de mes, y permite financiar las compras a plazos, asumiendo en ese caso el correspondiente interés asociado a la tarjeta.
