
El grupo tecnológico Indra obtuvo un beneficio neto de 48,1 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a las pérdidas de 560,8 millones registradas en el mismo periodo de 2015, informó hoy la empresa.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) creció un 138%, hasta 150,6 millones, mientras que las ventas descendieron un 6% -un 3% en las monedas locales de los países en los que opera- y se situaron en 1.950,7 millones.
Los gastos operativos se redujeron un 12% respecto a los nueve primeros meses de 2015, hasta 1.830 millones.
Este descenso se debe, según la empresa, a los planes de optimización de costes que ha puesto en marcha Indra y a las menores ventas.
La deuda neta se situó, al cierre del tercer trimestre, en 666,4 millones, un 5% menos que en diciembre del año pasado.
Esta deuda supone un apalancamiento de 3,1 veces el ebitda recurrente de los últimos doce meses, frente a las 5,4 veces registrado al cierre de 2015.
El coste medio de la deuda mejora en 1,2 puntos porcentuales respecto al contabilizado en los nueve primeros meses de 2015 y se queda en el 3,2%.
Las inversiones ascendieron a 21 millones, un 25% menos que entre enero y septiembre del año pasado, periodo en el que alcanzaron los 28 millones.