La fabricante paneuropea de aeronaves Airbus se enfrenta a una investigación de la Oficina Antifraude de Reino Unido que podría tener consecuencias penales para algunos de sus responsables, como consecuencia de un expediente que había sido abierto ya en abril.
Tanto la Oficina como la propia compañía han detallado que los cargos criminales se refieren al uso de consultores externos, y en particular a la articulación de un sistema por el que se habrían cometido los delitos de fraude, soborno y corrupción.
El pasado mes de abril el Gobierno de Reino Unido ya había reconocido que estaba investigando la política de Airbus fuera de Europa por el uso de terceros, aunque sin detallar el alcance de las acusaciones.
Como consecuencia, tanto Reino Unido como Francia y Alemania (que son, de hecho, los principales socios de Airbus), han congelado sus líneas de crédito a la exportación, lo que está dificultando enormemente la generación de flujo de caja para la fabricante, la segunda del mundo por detrás sólo de Airbus.
Ahora, se espera que la investigación se prolongue durante meses e incluso años. En el caso de Airbus, la Oficina Antifraude de Reino Unido mantiene abierto aún un expediente que lanzó en en 2012 acerca del comportamiento de una pequeña filial en Arabia Saudí.
