Los precios de la vivienda en las zonas más cotizadas de Londres han registrado en julio su mayor caída en casi siete años, según el índice elaborado por la consultora Knight Frank. Este retroceso coincide con la votación de Reino Unido para salir de la Unión Europea y con la subida de impuestos a la propiedad. El Brexit pone en peligro el boom de las infraestructuras en Reino Unido.
"Desde la votación, varios compradores han solicitado descuentos ante el clima de incertidumbre política y económica", explica Tom Bill, jefe de investigación residencial de la consultora, a Reuters.
"La decisión de abandonar la Unión Europea ha alimentado las dudas a corto plazo y eso está afectando al comportamiento del mercado inmobiliario londinense, detalla Bill.
Además, la caída de la demanda ha provocado que los constructores locales estén estudiando ampliar los plazos de sus proyectos. El gigante del sector Barratt Developments ya confirmó el mes pasado que dilataría el ritmo de construcción.
Como contraste al frenazo del mercado residencial, el valor de los locales comerciales ha logrado mantenerse tras el Brexit.
