
Dos emprendedores tienen la solución para acabar con los atascos en las calles de París: un taxi que 'vuela' sobre el agua a toda velocidad, que será operado de forma robótica y cuyo servicio se podrá reservar usando una aplicación en el móvil.
Ese es el propósito de SeaBubbles, una compañía que ya ha conseguido 500.000 euros de capital de diferentes inversores, entre los que está el fundador de Parrot, y el fondo BPI que está apoyado por el propio Gobierno galo. A esta financiación se sumará pronto una nueva ronda -se cerrará a finales de este mes de agosto- que servirá para desarrollar los puntos de anclaje de esta especie de cápsula.
Como es habitual entre las propuestas de movilidad más modernas, la flota de estos pequeños vehículos estará propulsada por electricidad, y su movimiento se hará a toda velocidad patinando sobre el agua, como ya hacen los ferries de alta velocidad, a una velocidad cercana a los 47 km/h.
"En muchas ciudades las carreteras están colapsadas, pero las vías de agua están vacías, así que hay una oportunidad obvia: queremos construir taxis de agua", afirma Alain THebault, uno de los fundadores de la compañía.
Cada una de las cápsulos será capaz de transportar a cinco personas más un piloto en la fase inicial, aunque esperan que su peso se pueda destinar a un sexto pasajero una vez que consigan automatizar del todo su funcionamiento.
Por el momento, los creadores han diseñado un prototipo que esperan poder mostrar al mundo en la prestigiosa feria Consumer Electronics Show que se celebrará en Las Vegas el próximo mes de enero.