
El grupo hotelero Barceló ultima las negociaciones para desembarcar en el gigante asiático. Tal y como ha podido saber elEconomista, la cadena presidida por Simón Pedro Barceló está atando los últimos flecos para entrar en China de la mano de un socio local, cuyo nombre no ha sido revelado por el momento, pero previsiblemente se dará a conocer antes de que acabe el mes de junio.
Según el consejero delegado de la cadena en la región de Europa, Oriente Medio y África (EMEA), Raúl González, "las negociaciones se encuentran muy avanzadas". La operación, a su juicio, es relevante para la cadena hotelera. Hace unos meses, este mismo directivo señalaba que "si vamos a China no puede ser para cinco hoteles, tenemos que tener una masa crítica suficiente, y nuestra apuesta en estas negociaciones es alcanzar unas cuantas decenas de hoteles".
En los últimos meses, Barceló ha estado en conversaciones casi con una decena de grupos chinos, además de adecuar el modelo de gestión de los hoteles a las demandas de los clientes del país. Entre ellos, se postula como uno de los favoritos Plateno (propiedad de Secuoya Capital y Carlyle).
Experiencia en Asia
El grupo de Barceló ya gestionó un hotel durante seis meses en Shanghai y salió del país en el año 2000. Fue más de una década después cuando la compañía volvió a entablar relaciones con el gigante asiático, cuando en 2013 firmó un acuerdo de colaboración con la empresa Chongqing Kangde Industrial para analizar negocios de manera conjunta.
Sin ir más lejos, el pasado año traspasó a esta compañía asiática el hotel Barceló Santiago de Tenerife por un importe cercano a los 50 millones de euros. No obstante, la gestión sigue en manos de la firma española. Barceló espera cerrar este ejercicio con al menos un hotel bajo gestión en China. Pero no sólo eso, el grupo hotelero también tiene el punto de mira en otros países limítrofes como Tailandia.
La intención de la compañía es posicionarse en un mercado clave para el turismo vacacional ante las oportunidades que ofrece.