El consejero delegado de General Electric Renovables, Jérôme Pécresse, ha enfriado el interés de su compañía en hacerse con una participación en la alianza entre Gamesa y Areva para energía eólica marina, Adwen, tal y como ha asegurado el propio ejecutivo en declaraciones a la publicación especializada Recharge, a la que ha indicado que no hay conversaciones avanzadas sobre esta operación.
La decisión de enfriar esta operación se produce tras la convocatoria de un consejo extraordinario a principios de esta semana por parte del fabricante de aerogeneradores español sin un orden del día concreto y en el que se esperaba que se estudiaran los avances en esta operación.
La compra por parte de General Electric además no sería vista con buenos ojos por parte de sus sindicatos, ya que la compañía afronta un expediente de regulación de empleo en el que tiene previsto despedir a 6.500 empleados de la antigua Alstom, la multinacional francesa que adquirió hace un año.
En España está previsto que se despidan 512 trabajadores, en su mayor parte de la división de energías renovables (principalmente eólica), y esto a pesar de que la multinacional espera crecer el doble en los próximos años. De hecho, la compañía prevé cerrar su centro logístico y fábrica de Tudela, donde trabajan un total de 113 personas.
El consejero delegado de GE Renovables, Jérôme Pécresse, fue el que a principios de mayo mostró interés en la operación de Adwen, al asegurar que querían constituir uno de los tres mayores fabricantes de aerogeneradores marinos.
GE, de hecho, se hizo hace unos días con una cartera de proyectos de EDF para construir 1.500 MW de energía eólica marina en Francia, donde la compañía tiene la sede de su filial de renovables.
El consejero delegado de Areva, Philippe Knoche, explicó el pasado 19 de mayo que la compañía mantenía conversaciones con Gamesa y con Siemens sobre el futuro de Adwen, aunque no explicó en qué consistían, pero por el momento todas las opciones parecen seguir abiertas: es decir, comprar la participación por parte de Gamesa y Siemens o buscar otro comprador para su participación o quedársela la propia Areva. En cualquier caso, tanto el fabricante de aerogeneradores español como el alemán mantienen sus planes de llegar a un acuerdo antes de acabar el año.
Gamesa otorgó garantías de 304 millones de euros a Adwen para el desarrollo del negocio, así como otros avales por 68,4 millones para la consecución de financiación lo que hace de vital importancia un acuerdo en este asunto.
La cotización de Gamesa además ha ido incrementándose en los últimos meses y el precio de su acción se va acercando ya a los 18 euros por título, lo que supone también una importante baza negociadora para los españoles, ya que la intención de ambas compañías es realizar la operación sin tener que lanzar una oferta de compra. En la negociación también juegan un papel importante los contratos que Iberdrola pueda comprometer con el grupo resultante a cambio de varias contrapartidas de la gestión y la sede de la empresa, que como está previsto seguiría con su sede en Zamudio.