
La industria acerera sufre una crisis de sobrecapacidad a nivel mundial que va más allá de los problemas arancelarios de China con las autoridades europeas, y que ha tenido su última manifestación en la retirada de Tata Steel del mercado británico. Los expertos advierten de que se avecina una etapa "invernal" para este sector.
"En 2015, China experimentó una desaceleración en el crecimiento económico y un exceso de capacidad de producción de acero, que han desencadenado una Edad de Hielo en la industria acerera nacional e internacional", ha señalado en su informe de resultados la china Angang Steel, que por cierto informa de que registró una pérdida neta de 710 millones de dólares.
El sector está ahora repleto de amenazas, como la caída de precios y una competencia que será cada vez más y más feroz.
Por primera vez en toda una generación, China está produciendo menos acero que el año anterior (un 4,4% menos en 2015 que el año anterior), y con la construcción y la industria pesada en caída libre, no habrá manera de levantar la demanda a corto plazo.
Los precios de referencia para el acero se desplomaron el pasado año el 31%, eliminando de un plumazo los márgenes de las acereras y poniendo en la calle a miles de personas.
Pese a que los precios del acero se han recuperado en parte en los últimos meses, este rebote no durará, según afirma Daniel Hynes, estratega senior de Australia & New Zealand Banking Group: "la parte positiva es que probablemente la restructuración de la industria acerera acelerará la racionalización del mercado".