
La industria tabaquera ha cortado los pagos a los puntos de venta con recargo, aquellos que gestionan las máquinas expendedoras, ante la amenaza de posibles multas. El sector ha reaccionado así después de que el Comisionado del Mercado de Tabacos abriera inspecciones ante la sospecha de que las empresas estaban pagando por tener más presencia en los canales, algo que está prohibido, como adelantó elEconomista el pasado 23 de noviembre.
Ante esta situación, la Asociación Española de Puntos de Venta con Recargo (Aepvr) ha solicitado sin embargo al Ministerio de Hacienda una solución ante lo que considera una falta de claridad en la normativa que pone en riesgo de desaparición, según dicen, más de 50.000 expendedores. Daniel López, presidente de la asociación, mantiene que las tabaqueras estaban pagando por tener información directa sobre las ventas y el comportamiento del consumidor respecto a sus marcas.
El problema de fondo es que esto conlleva, lógicamente, que esas marcas estén presentes en la máquina y la ley obliga a mantener un principio de neutralidad, tanto en el estanco como en los puntos de venta con recargo (bares, restaurantes, quioscos y gasolineras con tiendas de conveniencia).
Todos ellos deben mantener así un equilibrio y ajustar la oferta de forma proporcional a las marcas más vendidas. Las fuentes consultadas explican, sin embargo, que el Comisionado ha detectado casos donde esto no es así y hay máquinas en las que priman determinadas marcas de cigarrillos, lo que puede acarrear la imposición de una sanción.
En este mismo sentido, el Comisionado ha prohibido, también bajo la amenaza de sanción, determinadas actividades promocionales de marcas de tabaco por parte de operadores mayoristas y estancos, recordando a la industria que están terminantemente prohibidos los pagos a las expendedurías.
Crecimiento
El mercado de tabacos facturó 11.904,1 millones en 2015, un 0,5% más con respecto a 2014. Este es el primer incremento anual desde 2010, ya que tras la prohibición total de fumar en los bares y restaurantes, un año después las ventas de tabaco encadenaron cuatro ejercicios a la baja. En total se vendieron 2.325 millones de cajetillas en 2015, un 0,6% menos.