Empresas y finanzas

La gran banca americana podría sufrir pérdidas millonarias si el petróleo sigue por debajo de 30 dólares

Con el levantamiento de las sanciones sobre Irán, el mercado del crudo, ya saturado por un exceso de oferta, seguirá ahogándose en un inmenso océano de petróleo. Un hecho que según los expertos seguirá lastrando los precios del oro negro y generando víctimas colaterales. Entre ellas se encuentra la gran banca estadounidense, que ha sido en parte responsable de financiar el boom energético que ha revolucionado a la mayor economía del mundo.

Sin embargo, con el crudo ya por debajo de los 30 dólares el barril, el efecto dominó se ha dejado notar enormemente en el sector energético patrio, donde según adelantaba el Wall Street Journal la semana pasada, un tercio de las compañías energéticas podría morder el polvo y registrar un impago o quebrar a lo largo de este año.

Un efecto, que se deja sentir en el mercado laboral, con decenas de miles de empleados perdiendo sus trabajos, una caída en la inversión de capita y, por supuesto, un impacto en los balances de los bancos que financiaron parte de la deuda a estas compañías.

Durante la semana pasada, varios de los bancos que pasaron por la pasarela de resultados ya hicieron sonar las alarmas, especialmente Wells Fargo. El banco, considerado uno de los más cautos a este lado del Atlántico, cuenta en sus balances con 17.000 millones de dólares en préstamos a petroleras y gasistas, buena parte de ellos considerados bonos basura, por su elevado riesgo de impago. La entidad avisó en su conferencia con analistas que ya ha reservado 1.200 millones de dólares en reservas para poder costear posibles pérdidas ante el "continuado deterioro del sector energético".

Por su parte, J.P. Morgan dejaba de lado aproximadamente 124 millones para cubrir pérdidas potenciales en sus préstamos energéticos. Aún así avisó que esta cifra podría llegar a alcanzar los 750 millones de dólares si el crudo permanece por debajo de los 30 dólares durante los próximos 18 meses. "A medida que las proyecciones se deterioran, esperamos incrementar adicionalmente nuestras reservas a lo largo de 2016", estimó Marianne Lake, directora financiera del banco capitaneado por Jamie Dimon.

En el caso de Citgroup, la entidad ya ha reservado cerca de 300 millones de dólares para enfrentar posibles pérdidas en sus créditos a compañías del sector energético dado que "los precios del crudo permanecerán a la baja durante un largo periodo de tiempo". Si el barril permanece en los 30 dólares, Citi enfrentará pérdidas de hasta 600 millones de dólares en préstamos a petroleras y gasistas en la primera mitad de 2016. En el caso de que el crudo caiga hasta los 25 dólares el barril y se estanque en dichos niveles durante un periodo indefinido, las pérdidas podrían duplicarse hasta los 1.200 millones de dólares.

Según datos del bufete Haynes and Boone, con sede en Houston, el año pasado un total de 42 compañías petroleras norteamericanas se cobijaron bajo las leyes de bancarrota del país. Standard & Poor's avisaba hace unos días que el 50% de los bonos basura del sector energético estaban en riesgo de impago.

Con una exposición aproximada de entre el 1 y el 6% a los préstamos tóxicos del sector energético, la gran banca de Estados Unidos puede enfrentar las pérdidas que se puedan derivar del contexto actual sin sufrir descalabros similares a los sufridos durante la crisis financiera. Aún así, harán cierta pupa a sus beneficios a lo largo de este año, según los expertos.

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