
El nuevo presidente del Banco de Desarrollo Africano quiere llevar la electricidad a todos los rincones del continente en sólo una década, y asegura que no tendría problemas para encontrar los 50.000 millones de euros que harían falta cada año.
Akinwumi Adesina, que fue elegido el pasado mes de septiembre, no se muestra intimidado por la escala del reto.
Cerca de 620 millones de personas -unas 14 veces la población de España- siguen sin tener acceso a un enchufe, entre ellas gran número de personas que viven en países asolados por la guerra como Sudán del Sur, Somalia o la República Democrática del Congo".
"No me preocupa la cantidad (de gente), el dinero está ahí", señala Adesina en una entrevista telefónica. "Actualmente África ingresa tributos por cerca de 500.000 millones de euros cada año, si tomas el 10% y lo destinas al sector energético, el problema está solucionado", añade Adesina.
"Si conectamos África a la red eléctrica podemos hacer que las tasas de crecimiento anual del PIB lleguen a los dos dígitos anuales, sin problemas", concluye.
Renovables pero también carbono
Los comentarios del presidente de la insitución indican que el desarrollo del sector eléctrico será una de las prioridades del banco, por lo que ya se da por seguro que se multiplicarán los proyectos de generación basados tanto en renovables como en plantas térmicas alimentadas por combustibles fósiles.
Para ello se ha lanzado un programa de inversión pública que juega con el nombre del 'New Deal' estadounidense y que se ja bautizado como "El New Deal energético para África".
Se calcula que cerca de 1.300 millones de personas en todo el mundo siguen sin tener acceso a la red eléctrica. Si Adesina completase su programa, este número se reduciría a la mitad de un plumazo.
Adesina reclamará a los gobiernos africanos (y a los donantes occidentales) que multipliquen sus inversiones en proyectos energéticos, y por su parte se compromete a absorber fondos del sector privado para destinarlos en forma de préstamos blandos a esos mismos proyectos.
A juzgar por el comportamiento actual del banco, el proyecto no es descabellado: este mismo año la institución confirmó que va a triplicar la cantidad que destina cada año a financiar proyectos relacionados con el clima hasta los 4.500 millones de euros.
Eso sí, a pesar de su compromiso por proyectos sostenibles, Adesina ha dejado claro que utilizará carbón si fuese necesario.
"El Banco no está contra el carbón, impulsaremos todo tipo de energía. África utilizará lo que tiene, y aunque iremos hacia un crecimiento 'verde', no se puede hacer el cambio de la noche a la mañana", concluye.