Las obras del proyecto Canalejas están paralizadas desde que esta mañana el Grupo Villar Mir ha recibido una instrucción de paralización por parte del juez. Sin embargo, la compañía está estudiando la posibilidad de pagar un aval para poder continuar con los trabajos en su complejo situado en pleno centro de Madrid.
Según consta en el auto del juzgado de primera instancia número 54 de Madrid, el dueño debe suspender las obras y puede "ofrecer caución para continuarlas" así como realizar los trabajos indispensables para conservar la parte ya realizada. De este modo, la compañía tiene la opción de pagar un aval, cuya cuantía no ha trascendido, para que el juez pueda acordar en la mayor brevedad el levantamiento de la suspensión de las obras.
Por otro lado, fuentes de la compañía aseguran a este periódico que siguen sin recibir ni la demanda ni el auto, por lo que todavía no conocen exactamente cuáles son los motivos de esta paralización.
La demanda se dirige contra Promociones y Propiedades Inmobiliarias Espacio, del grupo Villar Mir que promueve el proyecto, OHL, que desarrolla los trabajos y que preside Juan Miguel Villar Mir, y el Ayuntamiento de Madrid, según detalla Efe.
Esta sentencia del juez se produce precisamente cuando el Grupo Villar Mir había logrado desbloquear el proyecto al cerrar un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid y el Gobierno regional. Para alcanzar este punto de encuentro con las Administraciones, la empresa tendrá que renunciar a la rentabilidad del 16 por ciento que esperaba obtener con este desarrollo inmobiliario que contará con un centro comercial, un hotel y pisos de lujo.
Así, para disminuir el impacto visual del volumen edificado, el complejo tendrá 47.000 metros cuadrados, que se destinarán principalmente a un hotel de lujo, gestionado por Four Seasons, con 205 habitaciones. Por otro lado, el número de apartamentos se reduce de 30 a 22 y el centro comercial se quedará con un espacio aproximado de 15.000 metros. La planta subterránea estará ocupada por un parking de 400 plazas y a una zona de carga y descarga, según explicó ayer Francisco Meliá, director general del proyecto.