Empresas y finanzas

Los refrescos se preparan para un verano de cifras récord por la ola de calor

  • La hostelería se recupera con el auge del turismo

Cambio de ciclo. Esto es lo que está experimentando la industria de las bebidas refrescantes en España. Un cambio que ha venido motivado por el aumento del consumo en el mercado interior, gracias al tirón de la hostelería y al crecimiento del canal alimentación, y por el empuje que este sector está encontrando con la llegada de más turistas a nuestro país por la inestabilidad de algunos de los destinos tradicionalmente vacacionales del Magreb. Descárguese gratis el último número de elEconomista Alimentación

Factores a los que se suma otro que nada tiene que ver ni con economía ni con política: el meteorológico. "El clima benigno de la Semana Santa, la llegada adelantada del verano, la ola de calor y las previsiones de un verano seco y caluroso favorecen el consumo de bebidas refrescantes", explica a elEconomista Alimentación Josep Puxeu, director general de la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anfabra).

Por todas esas razones, éste podría ser un verano de auténtico récord para esta industria. De hecho, aunque aún no hay datos consolidados, Puxeu afirma que el sector de los refrescos mejora con un crecimiento que ya se sitúa entre un 2,2 y un 2,5 por ciento respecto al año anterior, lo que a su juicio "es muchísimo". No es para menos.

Tras varios años de caídas, el sector cerró 2014 con un ligero crecimiento del 0,3 por ciento, por lo que, de confirmarse las previsiones de Anfabra, la industria de los refrescos podría poner en 2015 un punto y aparte a años de apatía en su consumo y ventas. "A principios de año dijimos que en 2015 el crecimiento estaría cerca de un 2,5 por ciento, y después de un enero y febrero de cierta atonía, a partir de marzo vimos que las cosas ya funcionaban mejor", matiza.

Inversiones millonarias

Algo para lo que también están trabajando las compañías de este sector haciendo inversiones que, según Puxeu, son de "récord y post crisis". Centradas en lanzar al mercado nuevos formatos y nuevos sabores, esas inversiones también contribuyen a dinamizar las ventas del sector, a hermanarse más aún con la hostelería y a colarse en otros segmentos de consumo como el de la coctelería.

Un ejemplo de estas inversiones millonarias lo ha protagonizado Coca-Cola que hace algo más de un mes lanzó en España su nueva botella de vidrio en la que ha invertido 50 millones de euros. Según confirmaron fuentes de la compañía durante la presentación de esa nueva botella, "se trata de un lanzamiento exclusivo de Coca-Cola Iberia pensado por y para la hostelería en España"; un mercado que a través de sus más de 300.000 bares consume cerca del 30 por ciento de los envases de vidrio que Coca-Cola comercializa en toda Europa.

El proyecto, que se inició hace cinco años, se traduce en la puesta en circulación de 170 millones de nuevos envases y una inversión de 50 millones de euros entre compra de vidrio, adaptación de líneas de fabricación, en 14 nuevas etiquetadoras para las plantas de Iberian Partners, así como en una campaña de comunicación de apoyo a la hostelería. La inversión de Coca-Cola no fue la única.

Pepsico también ha echado el resto al lanzar en España Mountain Dew, un nuevo refresco con sabor cítrico; y Schweppes no se ha quedado atrás al completar su gama de tónicas premium mixers con Schweppes Hibiscus.

Estas nuevas apuestas también contribuyen a sostener dinámico al sector que, según Puxeu, puede presumir de "mantener un consumo universal. Gracias a la diversidad de productos que tenemos nos consumen todos los públicos", tanto en el canal de la alimentación, como en el de la hostelería, con la que el sector sigue trabajando.

"No nos cansamos de apoyar a la hostelería porque es un vector fundamental para llegar al consumidor. Además, en un país como España el apoyo a la hostelería es fundamental para la creación de empleo y para la recuperación", matiza.

Precisamente PepsiCo y Orangina Schweppes llegaron el pasado febrero a un acuerdo para la distribución de sus productos en este canal, con la vista puesta en el crecimiento sostenible a largo plazo de ambas compañías.

Independientemente del canal de venta, por categoría de productos, las ventas de aquellos con sabores básicos como la cola, la naranja y el limón siguen funcionando en España; las bebidas energéticas, para deportistas e isotónicas siguen creciendo; y las bebidas de té y las tónicas también están tirando hacia arriba de sus ventas gracias a sus ventas en la hostelería y a su uso en la coctelería.

Además de los sabores, otra de las peticiones que el consumidor hace a esta industria es la vinculada a la reducción de las calorías en los refrescos.

Una petición que no ha caído en saco roto para el sector ya que en los últimos cinco años esta industria ha conseguido reducir casi en un 20 por ciento las calorías de sus productos.

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