
El negocio no está yendo bien para McDonald's, que lleva meses buscando la forma de volver a hacer que los clientes entren en masa a sus establecimientos de comida rápida. La última medida, aplicada por ahora solo en EEUU, ha sido la de recortar el menú. Seis de sus hamburguesas han dejado de servirse a los clientes estadounidenses a lo largo de los tres primeros meses del año.
Los productos que han caído ante el tijeretazo han sido la famosa 'Cuarto de Libra' en su versión Deluxe y seis de pollo. Además, se dejarán de vender los wraps de mostaza y miel y de chipotle y barbacoa. Según ha explicado la empresa a Bloomberg, ha sido una "retirada progresiva", ya que se ha ido haciendo efectiva a medida que los restaurantes de la cadena se iban quedando sin el producto.
Esta reducción del menú viene acompañada de otra serie de movimientos con los que el nuevo consejero delegado de McDonald's, Steve Easterbrook, está tratando de resolver la caída de las ventas. En los últimos tiempos el directivo ha puesto en marcha un plan de reestructuración que incluye elevar el salario mínimo de sus empleados en EEUU o frenar el uso de antibióticos en su carne.
De hecho, el CEO ha avanzado que "habrá más medidas para simplificar el menú próximamente, porque tenemos pruebas en marcha".
La semana pasada, McDonald's anunció una rebaja del 32,6% en su beneficio en el primer trimestre, hasta los 811,5 millones de dólares, así como una caída global de las ventas. Destaca como dato negativo el de las ventas comparables en EEUU, donde con la caída del 2,6% hasta marzo sumaban su sexto trimestre consecutivo de descensos. En cuanto a los ingresos, entre enero y marzo retrocedieron el 11%, hasta 5.960 millones de dólares, cuando un año antes se habían situado en 6.700 millones de dólares.