
La cadena británica de supermercados Tesco ha registrado al cierre de su ejercicio fiscal pérdidas por importe neto atribuido de 5.741 millones de libras esterlinas (7.986 millones de euros), frente los 974 millones de libras que ganó el año anterior. La razón fundamental de este desplome, según ha explicado la compañía, es la depreciación de sus tiendas.
Las pérdidas de Tesco son las mayores en la historia de la compañía, fundada en 1919, y las más elevadas del sector de distribución minorista en Reino Unido.
La compañía indica en su comunicado que los números rojos se explican en gran parte por la rebaja de 3.800 millones de libras (5.286 millones de euros) en el valor de sus tiendas en Reino Unido a consecuencia de las "difíciles condiciones de negocio en el sector". En este sentido, Tesco ya ha anunciado el cierre de al menos 43 establecimientos en el país británico, una medida que va acompañada de la eliminación de cerca de 10.000 puestos de trabajo.
Además, se añade el impacto negativo de los gastos de reestructuración y ajustes en el fondo de comercio, que elevaron a 7.022 millones de libras el impacto negativo de elementos extraordinarios.
Un año difícil
Tesco, que se vio afectada el año pasado por la polémica al detectarse un desfase contable en sus resultados del primer trimestre, informó además de que su deuda neta al cierre del ejercicio alcanzó los 8.500 millones de libras (11.816 millones de euros).
"Ha sido un año muy difícil para Tesco", reconoció Dave Lewis, consejero delegado de la empresa. "Los resultados reflejan el deterioro del mercado y de manera más significativa la erosión de nuestra competitividad en los últimos años", añadió.
Tesco, el mayor empleador privado del Reino Unido, con más de 310.000 trabajadores en cerca de 3.300 supermercados, se ha visto afectado en los últimos meses por el avance de grandes superficies con precios bajos como Aldi y Lidl. Con la entrada el año pasado como consejero delegado de Dave Lewis, ha comenzado a recuperar parte de la cuota de mercado que había perdido mediante la puesta en acción de un plan con el que prevé recortar en un 30% los gastos de la oficina central de Tesco y ahorrar 250 millones de libras anuales para poder recortar los precios de sus productos y competir con los supermercados más baratos.