
La petrolera anglo holandesa Royal Dutch Shell ha acordado la compra de su competidora británica BG por 47.000 millones de libras (unos 64.000 millones de euros) en efectivo y en acciones. Se trata de la primera opa petrolera en los últimos diez años en un contexto de caída de precios, tanto de crudo como de gas. Las acciones de las energéticas celebraron la operación durante parte de la jornada, Repsol entre ellas.
El acuerdo que creará la segunda mayor petrolera del mundo contempla que los accionistas de BG, que controlarán el 19% de la nueva sociedad, recibirán 383 peniques en efectivo y 0,4454 acciones de clase B de Shell por cada título de la compañía en su poder. En total, hará un precio de unas 13,67 libras (18,73 euros) por acción, lo que se traduce en una prima del 52% con respecto al cierre del martes de los títulos de BG.
Asimismo Shell indicó que los accionistas de BG se podrán beneficiar también de los dividendos correspondientes a sus propios inversores. En este sentido, la petrolera anglo holandesa confirmó su intención de abonar un dividendo de 1,88 dólares (1,72 euros) por acción en 2015 y de "al menos el mismo importe en 2016".
En cuanto a los plazos, Shell espera que el acuerdo se complete a principios de 2016 e impulse sus ganancias a partir de 2017. Ambas empresas contemplan unas sinergias anuales por valor de 2.315 millones de euros. Tampoco esperan grandes problemas de competencia.
BG tiene un valor en bolsa de 42.242 millones de euros, mientras que la capitalización de mercado de Shell alcanza los 185.500 millones de euros. Exxon, la mayor firma del sector, cuenta con un valor de 330.600 millones de euros. Tras la operación anunciada hoy, la empresa resultante entre la anglo holandesa y la británica tendrá el doble de tamaño que BP y también superará a la estadounidense Chevron.
La británica, que tiene ambiciosas metas de crecimiento de producción y proyectos en Brasil, África Oriental, Australia, Kazajistán y Egipto, ha tenido en bolsa un año difícil. Sus acciones se dejan un 30% desde sus máximos registrados en la primavera pasada. Es por este motivo que ha sido objeto de especulaciones sobre posibles movimientos de concentración.
Escenario similar al visto a principios de 2000
Esta macrooperación se enmarca en un escenario en el que los precios del petróleo han caído a la mitad desde mediados del año pasado debido al auge del petróleo no convencional en EEUU y a la decisión de Arabia Saudí de no reducir la producción.
Este panorama es similar al visto a principios de la década de 2000, cuando se produjeron varias grandes fusiones. En aquel entonces, BP compró Amoco y Arco, mientras que Exxon adquirió Mobil y Chevron se fusionó con Texaco.
Antes del anuncio oficial, una fuente bancaria de Londres apuntó a posibles lastres para la transacción como la investigación de los directivos de Petrobras. BG también ha tenido varios problemas en Egipto y redujo en más de 5.500 millones de euros el valor de su negocio de petróleo y gas en el cuarto trimestre.
Incluyendo la deuda neta de BG, de más de 11.000 millones de euros, cualquier transacción se convertiría en la mayor de este año y la cuarta más grande a nivel global en el sector del petróleo y el gas desde 1996.
La británica nació en 1997
BG Group nació en 1997 cuando British Gas, antigua energética estatal que fue privatizada por Margaret Thatcher en 1980, se separó en dos empresas: la propia BG y Centrica.
La compañía que en la actualidad emplea a 5.200 personas fue dirigida durante más de una década por Frank Chapman, construyó una industria mundial de gas natural licuado (GNL) y perforó pozos en países como Kazajistán y Brasil. El valor de mercado de la británica se multiplicó por más de cinco durante la presidencia de Chapman y superó a su rivales más grandes como Shell y BP.
Chapman se retiró a finales de 2012 y su sucesor Chris Finlayson duró poco más de un año, renunciando a principios de 2014. Las amenazas sobre sus beneficios y varios desacuerdos con la junta provocaron su marcha. Fue reemplazado por Helge Lund, expresidente de la petrolera noruega Statoil. Lund que gana unos 14 millones de libras (más de 19 millones de euros) es el ejecutivo del sector petrolero mejor pagado de Europa.