El mercado brasileño de las telecomunicaciones vuelve a acaparar la atención global ante el firme deseo de Oi de liderar la oleada de compras en su mercado doméstico. En ese empeño deberá verse las caras con la española Telefónica y con la mexicana Claro, propiedad del magnate Carlos Slim. Ambas compañías pretenden crecer en la mayor economía del continente latinoamericano, en una operación en la que los activos de TIM Brasil darán mucho juego en el proceso de consolidación de ese mercado.
Una vez que Telefónica ha cerrado la adquisición de GVT, tras superar los problemas regulatorios de la operación, la ambición del grupo español consiste en integrar cuanto antes los activos de la nueva Telefónica Brasil (con Vivo y GVT remando en el mismo barco). No obstante, la compañía española deberá estar muy atenta a los movimientos que se producen en un mercado en el que ejerce de líder tanto en telefonía móvil como en comunicaciones integradas.
Todo el anterior debate cobró ayer vigencia tras la publicación de un comunicado, remitido ayer por la lusa PT SGPS (matriz de Portugal Telecom), a la Comisión Nacional del Mercado de Portugal (CMVM), donde se declara comprometida con el operador brasileño Oi a "participar activamente en el proceso de consolidación" en Brasil. El anuncio de PT SGPS detalló las nuevas condiciones de su acuerdo con el grupo brasileño, donde este último se convierte en el brazo fuerte de la fusión luso-brasileña.
Acuerdo de PT con Oi
La sociedad PT SGPS -que es una empresa sin actividad operativa y únicamente con participaciones financieras-, acabará por integrarse en Oi, como ya ocurrió con la división operativa, aunque tras el acuerdo anunciado ayer mejora su poder de voto, informa la agencia Efe.
Según explican las mismas fuentes, la fusión entre la compañía lusa PT y la brasileña Oi se preveía ejecutar a través de la creación de una nueva empresa llamada Corp-Co, pero con el pacto firmado ayer, esta fórmula no verá la luz y se realizará "en el seno de Oi".